El presidente de Túnez, Béji Caid Essebsi, el primer ministro, Youssef Chahed, y miembros del nuevo Gobierno de Túnez durante la primera sesión de gabinete. (Fethi Belaid/AFP/Getty Images)
El presidente de Túnez, Béji Caid Essebsi, el primer ministro, Youssef Chahed, y miembros del nuevo Gobierno de Túnez durante la primera sesión de gabinete. (Fethi Belaid/AFP/Getty Images)

¿Cuáles son los retos del país tras la formación del nuevo Gobierno?

La democracia tunecina va forjando sus propias tradiciones. Una de ellas parece ser la imposibilidad de que el Ejecutivo elegido tras las elecciones llegue a terminar su legislatura. Tanto en 2013 con el Gobierno islamista de Ennahda como a día de hoy, bajo el mandato de la coalición laica, Nidaa Tounes, el país se ha visto con la necesidad de establecer un nuevo Gobierno de unidad nacional.

La reciente pérdida de la moción de confianza del que fuera primer ministro, Habib Essid, hacía presagiar este acontecimiento. Después de su dimisión, el veterano presidente de la República y líder de Nidaa Tounes, Béji Caid Essebsi, tomó la decisión de nombrar a Youssef Chahed como nuevo primer ministro. El pasado 27 de agosto, el propio Chahed se presentó ante el Parlamento tunecino para solicitar la aprobación de su nuevo gabinete ejecutivo. La propuesta contó con el apoyo de 168 diputados, 5 abstenciones y 22 en contra.

A nivel generacional, la figura de Youssef Chahed ha producido un claro rejuvenecimiento en la política tunecina ya que con 40 años de edad, se convierte en el primer ministro más joven del país. Ingeniero agrónomo de profesión formado en Túnez, Chahed obtuvo su doctorado en Francia donde posteriormente impartió clases. Ligado a Nidaa Tounes, mantiene posiciones socio-liberales. Comenzó su andadura política tras la caída del régimen de Zine El Abidine Ben Alí después de la Revolución de los Jazmines, sin embargo su nombramiento no ha estado exento de críticas, sobre todo por el hecho de que comparte ciertos lazos de parentesco con la familia de Essebsi.

Ahora, Chahed es el séptimo primer ministro en menos de seis años, lo que refleja lo dificultoso que está siendo el proceso de consolidación democrática en Túnez.

 

La fractura interna de Nidaa Tounes como preludio del nuevo Gobierno

Si bien no se puede afirmar que la democracia en Túnez corra peligro, en la medida en que las dos fuerzas mayoritarias del país, Nidaa Tounes y Ennahda, han demostrado su interés en seguir profundizando en la misma, lo cierto es que la inestabilidad política que ha ido acompañando a la transición democrática es una variable que se mantiene constante con los años.

Nidaa Tounes destaca por una gran heterogeneidad ideológica, y su principal aglutinante es el rechazo común de sus miembros a una posible islamización de la sociedad. Sin embargo, tras la victoria electoral de 2014, las diferencias políticas empezaron a cobrar relieve hasta llegar a dividir gravemente al partido.

Aparte de la destitución del ministro de Justicia, Mohamed Salah Ben Aissa, el punto de no retorno se produjo una vez que el primer ministro Habib Essid dejó de contar con el apoyo del presidente Essebsi dando comienzo así una encarnizada lucha de poder por ...