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Un grupo de jóvenes trabajadores de la start-ups Soho3Q en Pekín, China. (Ludovic Marin/AFP/Getty Images)

La innovación tecnológica ha dejado de ser un tema exclusivo de Silicon Valley, ahora las start-ups optan por ciudades de China para albergas su centros de investigación y crean hub tecnológicos que inyectan capital y tienen las condiciones idóneas para atraer el mejor talento.

La entrada de China en una “nueva era” forma parte del pensamiento de Xi Jinping de conseguir el “sueño chino de rejuvenecimiento de la nación”. La innovación y la modernización son los nuevos motores de la segunda economía mundial, y la transformación de las ciudades está jugando un papel decisivo para que China se convierta en una gran potencia de innovación tecnológica en 2050.

Para liderar esta transformación, China invirtió en I+D el 2,1% del PIB en 2017, superior al gasto de 2,08% de la Unión Europea, aunque inferior al 2,8% de Estados Unidos, al 2,9% de Alemania y al 3,3% de Japón, que lidera la clasificación, según el Banco Mundial. No obstante, ajustando los datos en paridad de poder adquisitivo para una mejor comparación entre países, el gigante asiático se posiciona como segunda potencia en I+D con 370.600 millones de dólares, más del doble que Japón, manteniendo Estados Unidos el liderazgo con 476.500 millones de dólares. Inversión que atrae talento y que le permite a China liderar el crecimiento de Internet, sustituyendo a quien lo ha venido ejerciendo durante casi cincuenta años, EE UU.

 

Las ciudades chinas como grandes centros de atracción de talento tecnológico

Las ciudades chinas están siendo promotoras de este impulso innovador generando entornos de negocio que posibilitan que un tercio de los unicornios mundiales tengan su sede en China. Conjuntamente con Estados Unidos agrupan a más del 80% de las start-ups del mundo, empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares, quedando Europa descolgada en la carrera por la innovación.

Las innovaciones tecnológicas han dejado de ser un tema exclusivo de Silicon Valley. Las start-ups están optando por las ciudades chinas para albergar sus centros de investigación, creando hub tecnológicos con fuerte inyección de capital y las condiciones idóneas para atraer el mejor talento. Inversión extranjera centrada, principalmente, en tres megaregiones en China que disponen de economías locales comparables al PIB de los países industrializados. En estas grandes urbes, el desarrollo económico está impulsado por los titanes tecnológicos chinos, promotores de la transformación digital que está experimentado el país. Así la región de Pekín-Tianjin con un PIB agrupado de 1,14 billones de dólares tiene una economía equivalente a Australia, medido en paridad de poder adquisitivo, mientras la región del delta del río Yangtze, formada por Shanghái, Suzhou, Hangzhou, Wuxi, Ningbo y Changzhou, con un PIB agrupado de 2,17 billones de dólares, es equivalente a la economía de Italia. La tercera megaregión ubicada en la zona del delta del río de la Perla, que incluye Hong Kong, Guanzhou, Shenzhen, Foshan, Dongguan y Macao, con un PIB agrupado de 1,89 billones de dólares, ...