cascioportada
Manifestación en Bogotá. Fotografía de Antonio Cascio.

Aunque se han producido avances legales para las personas con diversidades sexuales y de género en el país latinoamericano, aún están lejos de ser verdaderamente aceptadas en la sociedad o de tener un acceso digno e igualitario al trabajo o la salud.

“Ser trans es transgredir aquello que está en la heteronormatividad, es atreverse a ser como queremos ser. Con el género o identidad de género contrario y con la orientación sexual que decidamos. Debemos recordar que la diversidad es un abanico y un espectro grandísimo que puede darse de cualquier forma”, explicó Nicole Ortiz, mujer transgénero durante el día del orgullo en Bogotá, Colombia.

En los últimos años se han logrado algunos avances legales en los derechos de las personas con diversidades sexuales y de género en Colombia, incluyendo: la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo (2016), la posibilidad de adopción para personas o parejas LGBT (2015), el derecho de personas transgénero a cambiar su nombre y sexo en sus documentos de identidad (2015), al igual que la protección legislativa contra la discriminación laboral y los crímenes de odio.

Estos avances han llevado a etiquetar a Colombia como uno de los países más progresistas en derechos relacionados a la inclusión e igualdad de género. Sin embargo, lo estipulado en el papel está lejos de reflejar la realidad en la vida cotidiana de la comunidad. La evidencia de esto es el aumento en asesinatos de personas con diversidades sexuales y de género, las cuales aumentaron de 322 en 2019 a 738 en 2020, de acuerdo con el informe de Colombia Diversa. De igual modo, solo el 40% de la población respalda la igualdad de derechos y el 28% no le gustaría tener a una persona homosexual como vecina.

Cabe resaltar que Colombia es el país con mayor número de líderes sociales asesinados en América Latina y esta no es la excepción para líderes y lideresas sociales de la diversidad. Entre 2017 y 2020 se presentaron 139 actos de violencia en contra de los defensores de derechos humanos de esta comunidad, de los cuales más del 10% corresponden a asesinatos.

 

La contra-marcha: la división del movimiento 

El alto índice de agresiones que prevalece demuestra la discriminación que aún existe en Colombia, lo que está generando una transformación —e incluso una división—dentro del movimiento de personas con identidades diversas. El día del Orgullo en Colombia, por ejemplo, estuvo dividido en dos bloques: uno que celebraba los avances en derechos humanos y otro —que bajo la bandera de contra-marcha— criticaba la violencia institucional, los altos índices de asesinatos basados en prejuicios y la mercantilización del movimiento.

Paralelo a la Contra-marcha y por sexto año consecutivo, la comunidad trans organizó su propio evento "Yo marcho trans", que se lleva a cabo en una fecha posterior. Dentro de este evento se rechaza la transfobia dentro de la comunidad LGBT, la violencia sistemática por parte del Estado y la falta de acceso ...