En una entrevista exclusiva desde París, el portavoz de Mir Hossein Musaví en el extranjero, Mohsen Makhmalbaf, describe las protestas en el país persa como una nueva revolución.

 

STEPHANE DE SAKUTINE/AFP/GettyImages

No es fácil ser verde: el portavoz de Mir Hossein Musaví en el extranjero, Mohsen Makhmalbaf, pide a la comunidad internacional que no reconozca a Ahmadineyad.

El mundo observa cómo las protestas en las calles de Irán continúan. El candidato presidencial opositor, Mir Hossein Musaví, y sus seguidores vestidos de verde exigen la repetición de las elecciones del 12 de junio -que, según afirman, fueron manipuladas para favorecer al actual presidente Mahmud Ahmadineyad. Más de una semana después de los comicios, el conflicto se ha puesto al rojo vivo. Según parece, al menos 20 personas han muerto durante las protestas, y puede que cientos de manifestantes, organizadores y reformistas hayan sido arrestados.

La comunidad internacional parece igual de indecisa sobre qué posición adoptar. Por ejemplo, el presidente de EE UU, Barack Obama, ha tenido cuidado de no dar la impresión de apoyar abiertamente al bando de Musaví, alegando que no quería ser acusado de “entrometerse” en los asuntos internos de Irán.

Y en medio de esta historia está el propio Musaví, que ha estado presente en muchas de las protestas. FP localizó a su portavoz en el extranjero, el prestigioso director de cine y reformista Mohsen Makhmalbaf. En una entrevista desde París, él habla de las protestas como de una nueva revolución y del líder opositor como el Obama iraní.

Foreign Policy: Usted participó en la Revolución Iraní de 1979 cuando era joven, y sus películas han tratado el tema de manera extensa ¿Qué similitudes ve entre la situación de entonces y la de ahora?

Mohsen Makhmalbaf: Hay algunas similitudes y algunas diferencias. En ambos casos la gente salió a la calle. En la [anterior] revolución, había en la calle jóvenes que no eran tan modernos como la gente de ahora. Y salieron a la calle siguiendo a un líder, un mulá -por aquel entonces el ayatolá Jomeini. Ahora la gente que ha salido a la calle es más moderna: envían sms; usan Internet. Y en realidad no siguen a nadie, sino que están conectados unos con otros.

Estos jóvenes que ocupan las calles quieren paz y democracia. La anterior revolución fue la del tradicionalismo contra el modernismo; esta es la del modernismo contra el tradicionalismo. Aquella tenía el ceño fruncido; esta sonríe. La otra fue roja; esta es verde. Puede decirse que la actual es una revolución del siglo XXI, mientras que la otra fue propia del siglo XX. La anterior estuvo encabezada por personas que se formaron en la época del sha, y esta generación ha sido educada por los mulás dentro de la Revolución Islámica. Hay muchos jóvenes, y la vejez está matando a los padres. Cada generación mata a sus padres. Y [ahora] nuestros padres son los mulás.

FP: En Washington ha habido crecientes críticas al presidente estadounidense por no haber dicho o hecho suficiente en apoyo de los manifestantes iraníes. ¿Cree que Obama está siendo demasiado cuidadoso? ¿O incluso que al actuar con cautela está ayudando a Ahmadineyad?

MM: Obama ha dicho que no hay diferencia entre Ahmadineyad y Musaví. ¿A él le gusta [cuando alguien] dice que Obama y [George W.] Bush son iguales? Ahmadineyad es el Bush de Irán. Y Musaví es el Obama de Irán.

FP: ¿El líder opositor impulsaría una política exterior diferente a la del actual presidente?

MM: Como usted seguramente sabrá, el ex presidente Mohamed Jatamí, que apoya a Musaví, propugnaba el diálogo entre civilizaciones, mientras que Ahmadineyad habla de la guerra de civilizaciones. ¿No hay ninguna diferencia entre los dos?

Nosotros [los iraníes] tenemos algo de mala suerte. Cuando tuvimos a nuestro Obama [el presidente Jatamí], fue la época en la que en Estados Unidos estaba Bush. Ahora que [en EE UU] está Obama, aquí [en Irán] tenemos a nuestro Bush. Para resolver los problemas entre los dos países hace falta que haya Obamas en los dos lados. No quiero decir que todo dependa de estas dos personas, pero es uno de los factores más importantes.

FP: Han corrido rumores de que usted podría ir a Washington. ¿Puede confirmarnos si es cierto?

MM: Si hay alguna invitación concreta importante, iré, al igual que he viajado a Bruselas para hablar en el Parlamento Europeo. Si hay una reunión con el Congreso, el Senado o el presidente, iré a Estados Unidos.

mientras la gente esté en las calles no pueden detener al propio Musaví

FP: Cuando se reunió con representantes europeos en Bruselas. ¿Qué les pidió? ¿Y qué le respondieron?

MM: Pedí al Parlamento Europeo que escuche la voz de los iraníes que han salido a la calle. No quieren a Ahmadineyad. No desean bombas nucleares, no quieren bombas atómicas. Quieren paz en el mundo y democracia en Irán.

En las dos últimas elecciones, la de hace dos semanas y la de hace cuatro años, Ahmadineyad salió elegido gracias a un fraude masivo. En aquel momento nadie conocía a Ahmadineyad. Hace cuatro años la gente boicoteó los comicios, y Ahmadineyad fue elegido por una minoría. Esta vez, todo el mundo decidió votar para cambiarle. Pero cuando no consiguió los votos [que sus padrinos en el gobierno] querían, dieron un golpe de Estado. El viernes por la noche se produjeron ataques contra las principales sedes de Musaví. La gente que trabajaba en ellos fue agredida e insultada. Rompieron los aparatos: faxes, ordenadores, teléfonos, todo, cualquier medio de comunicación. Y cuando tras el recuento Musaví fue informado de que había logrado mayoría, los mandos militares se presentaron y le informaron del golpe de Estado. Él no lo aceptó y les dijo que la gente saldría a la calle.

La policía secreta está vigilándolo. No le permiten hablar en la televisión iraní. Nadie puede contactar con él. La gente más activa de su campaña ha sido detenida, toda. Pero mientras la gente esté en las calles no pueden detener al propio Musaví. La gente sigue en la calle y quiere unas nuevas elecciones con observadores internacionales.

Los iraníes no quieren a Ahmadineyad por tres motivos. En primer lugar por razones económicas, porque durante su presidencia ha empeorado la economía. Ha habido mucho, mucho más dinero del petróleo que durante la presidencia de Jatamí. Pero la inflación ha sido dos veces y media superior. En segundo lugar, por las libertades sociales. Ha habido heridos; durante su presidencia la gente ha estado bajo presión en su vida social. Y la tercera razón es la cara, la imagen internacional de Irán, que ha sido destruida. En la época de Jatamí se hablaba de diálogo y de paz. Pero ahora los iraníes tienen la misma imagen que Ahmadineyad: son terroristas y quieren guerra. Estas son las tres razones por las que quieren que se marche.

FP: ¿Qué esperanzas tiene en un recuento parcial de votos realizado por el Consejo de Guardianes?

MM: Pensamos que el Consejo de Guardianes carece de legitimidad. Apoyan a Ahmadineyad. No los reconocemos.

FP:¿Cuál es su meta final? ¿Cuándo acabarán las manifestaciones?

MM: Si actúan con sensatez, [la cúpula del régimen] debería aceptar la opinión del pueblo. Si no es así, habrá represión y el país tomará otro rumbo. Hasta ahora, el régimen [sólo] había [encontrado la oposición] de grupos de gente, ahora se enfrenta a todo el país.

FP: ¿Estaría Musaví dispuesto a aceptar algún tipo de acuerdo de reparto de poder? Por ejemplo, ¿que Ahmadineyad siga de presidente y él repita de nuevo como primer ministro?

MM: Esa no es la solución, porque la gente no quiere a Ahmadineyad en ningún cargo. Es tan ignorante que -a los millones de personas que han salido a la calle- los ha llamado basura. Y ahora, la gente le está diciendo: eres basura.

FP: ¿Musaví desea transmitir algún mensaje a la comunidad internacional?

MM: [Pide] que los gobiernos [del mundo] presten atención a la gente que ha salido a la calle y no reconozca al gobierno de Ahmadineyad como representante de Irán -que no reconozcan como legítimo al  Ejecutivo de Ahmadineyad. Irán es un país muy importante en la región, y los cambios que sufra podrían influir en todas partes. Así que no es sólo un asunto interno, es un problema internacional. Si Irán se convierte en una nación islámica democrática, sentaría precedente, sería un modelo para otros Estados islámicos. Y aunque [en estos momentos] tenga imagen de terrorista, [en el futuro] sería un referente para otros países.

 

Mohsen Makhmalbaf es el portavoz oficial de Mir Hossein Musaví fuera de Irán. También es un director de cine galardonado, residente en París.

 

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