
Los indígenas wayúu sobreviven entre las fronteras venezolana y colombiana gracias al bachaqueo. Comprar bienes básicos en Venezuela a bajo coste y venderlos por más dinero al otro lado de la frontera en Colombia. ¿Es ésta un arma de doble filo?
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, acaba de decretar Estado de excepción en algunos de los municipios situados en la frontera con Colombia y desde hace semanas tiene toda la línea, que separa ambos países, militarizada. El motivo de tal medida: el bachaqueo, o contrabando de productos básicos desde Venezuela a Colombia. Una práctica sobre la que el dirigente venezolano quiere crear una nueva ley que sirva para atajarla.
El bachaqueo, que existe históricamente entre ambos países, ha ido variando su flujo direccional, según qué economía fuese más fuerte. Pero con la crisis económica venezolana, que hace que el bolívar haya perdido su valor, lo más beneficioso ahora es adquirir bienes en Venezuela y transportarlos a Colombia, mucho más próspera en términos de dinero.
Todo esto ha provocado que este tráfico de bienes básicos haya pasado a ser un tema muy controvertido, últimamente. Está en el ojo de mira de todos los venezolanos, puesto que incrementa la escasez de productos básicos que ya existe y encarece la cesta básica a todo aquel que no trafica con comida. Pero, aunque el Gobierno de Caracas acusa a bandas criminales organizadas ‘de derecha’ de fomentar esta práctica, el bachaqueo también se presenta como la única oportunidad de ingresos para miles de ciudadanos sin empleo.
Son algunos indígenas de etnia wayúu, nacidos en La Guajira (situado en territorio fronterizo, cruzado por una línea que en época colonial dividió la región y dejo a sus nativos como ciudadanos de dos países) los que lo practican. Son ciudadanos que no trabajan de forma organizada ni pertenecen a ninguna de esas mafias de derecha de las que el presidente de la República habla. No se sabe cuál es el porcentaje total de bachaqueros, puesto que muchas personas de la región carecen de carnet de identidad y porque en el cruce de fronteras, hasta ahora, no había un control que obligara a sellar los pasaportes. En las últimas semanas, las medidas policiales afectan de forma muy negativa a estos indígenas sin oportunidades laborales ni acceso a recursos básicos.
La Guajira es un terreno terriblemente afectado por la sequía y donde se calcula que al año mueren miles de niños a causa de la malnutrición, como han denunciado las organizaciones locales (muy difícil saber la cifra exacta, a causa de la falta de registro de estos ciudadanos). Hace unos dos años que no cae una gota del cielo y la temporada de lluvias es tan seca como el resto del año, lo que hace que no se logren las cosechas. Al mismo tiempo, este terreno, que se divide entre el departamento colombiano de la Guajira y ...
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