Los disparos de francotiradores y las escaramuzas son menos frecuentes en la frontera internacional entre Armenia y Azerbaiyán. En un año en el que ha habido avances positivos para mitigar la guerra que se libra desde hace decenios dentro y en los alrededores de Nagorno-Karabaj, este reportaje fotográfico muestra cómo han mejorado poco a poco las vidas de quienes habitan en las líneas de frente.

Han pasado 25 años desde que el bando armenio y el azerí acordaron un alto el fuego en Nagorno-Karabaj. Pero desde entonces ha habido choques frecuentes, en esa zona y en la frontera internacional entre Armenia y Azerbaiyán. La disputa se ha enfriado ligeramente este año, después de la revuelta que provocó la formación de un nuevo gobierno en Armenia en abril de 2018. Los líderes de los dos países se han reunido varias veces, igual que sus ministros de exteriores.

Dos nuevas líneas de teléfono que conectan a los servicios de seguridad y a los representantes políticos, inauguradas en septiembre de 2018 y marzo de 2019 respectivamente, han contribuido a calmar las tensiones en la frontera y reducir el número de víctimas. La organización International Crisis Group (el artículo original ha sido publicado en ICG) llevaba mucho tiempo proponiendo estos canales de comunicación.

Una reciente visita a los pueblos de Armenia próximos a la frontera con Azerbaiyán, muestra como en muchos sitios, la larga guerra ha convertido la zona en un frente de batalla. Estas fotografías muestran su situación actual.

Créditos de las fotos: CRISISGROUP/Jorge Gutiérrez Lucena


Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.