¿Puede la UE promover el pluralismo político en Egipto, Túnez y Libia?
![]() |
AFP/Getty Images |
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, habla con el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Mohamed Kamel Amr, durante una ceremonia donde la UE firmó un acuerdo con Egipto, en El Cairo, november de 2012 |
Las transiciones políticas en el Norte de África atraviesan un momento precario. Las revoluciones en Egipto, Túnez y Libia promovieron la esperanza de que estas sociedades pudieran construir sistemas políticos capaces de impulsar la unidad nacional. Sin embargo, hoy existe el temor de que estas transiciones estén derivando en un proceso en el que las divisiones sociales se impongan a los acuerdos políticos apoyados por consenso. Es demasiado pronto para establecer conclusiones sobre la deriva política de estos Estados, pero los últimos acontecimientos importan porque son los que están estableciendo las reglas del juego democrático. Lo que suceda ahora tendrá un gran impacto en los mismos países y afectará a la percepción que los demás tengan del estado de la democracia en el mundo árabe.
Las poblaciones de estos países tienen una amplia variedad de ideologías y valores, por lo que un sistema político capaz de acomodar estas diferencias es la mejor opción para un futuro de estabilidad. No obstante, los tres países en transición tienen poca experiencia en la negociación política y en alcanzar compromisos. Las instituciones estatales no han funcionado de forma tradicional como agentes que logren mediar entre intereses sociales contrapuestos. Aunque existen partidos con ideología política liberal en los tres Estados que permitirían un amplio espacio para la opción individual, estos no han prevalecido en las elecciones libres. Hasta ahora el equilibrio de poder entre las diferentes fuerzas políticas ha determinado la trayectoria de las transiciones y, en algunos casos, estas dinámicas han favorecido las divisiones en lugar de la construcción de consensos.
Egipto alberga el espacio político más desequilibrado, pues los Hermanos Musulmanes han obtenido una posición dominante en las elecciones celebradas desde el inicio de la revolución. Ellos han usado esta situación para conducir la transición de acuerdo con su visión, lo que se ha traducido en un intento de consolidar su posición, sin lograr un cambio radical en la gobernanza del país. La forma en que el presidente Mohammed Morsi ha manejado el proceso constitucional ha convencido a muchos de sus oponentes de que no tiene interés en alcanzar un consenso político, si bien no está claro que un acuerdo más amplio hubiera sido posible.
La acción de los Hermanos Musulmanes parece revelar un miedo defensivo ante la posibilidad de que su largamente esperado acceso al poder fuera resistido por todos los grupos. En respuesta a ello, el movimiento ha recurrido a su núcleo de apoyo y ha confiado en los servicios de seguridad para lidiar con las tensiones sociales empleando en ocasiones tácticas brutales. ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF