
Con las tensiones en el mercado energético global, crecen las expectativas de que en 2023, Washington finalmente retire su apoyo a Guaidó y suavice sus relaciones con Maduro.
Comienzan a surgir expectativas en lo concerniente a un posible giro copernicano por parte de Washington con respecto a Venezuela. Informaciones publicadas en medios estadounidenses y británicos aseguran que la administración de Joseph Biden estaría manejando seriamente la posibilidad de retirar el reconocimiento como "presidente legítimo" al líder opositor Juan Guaidó.
Esta posibilidad implicaría, al mismo tiempo, levantar algunas de las sanciones que Washington mantiene hacia altos cargos del gobierno de Nicolás Maduro, en un gesto aperturista que estaría definiendo una nueva relación con Caracas.
Estas informaciones especulan con que Estados Unidos dejaría de reconocer a Guaidó en enero de 2023, cuando comience el nuevo año legislativo en la Asamblea Nacional de Venezuela, que volvió a ser controlada por el chavismo-madurismo tras las elecciones de diciembre de 2020, y cuya legitimidad hasta el momento no ha sido aceptada por EE UU y otros países latinoamericanos y europeos.
Un 'interinato' sin poder real
Ahora bien, este nuevo contexto aborda diversas interrogantes: ¿a qué se debe este repentino giro por parte de Washington? ¿Ha perdido la Casa Blanca su confianza en Guaidó? ¿Considera necesario activar la realpolitik para acercarse a Maduro, observado como el líder que tiene realmente el poder en Venezuela mientras Guaidó ya es un personaje testimonial? ¿Terminará Biden reconociendo a Maduro como presidente? ¿Por qué el silencio de la mayor parte de la oposición venezolana ante esta posibilidad de desconocimiento de Washington a Guaidó?
De concretarse este cambio de enfoque por parte de la Administración Biden, el denominado como "interinato de Guaidó" que comenzó en enero de 2019 dejaría de tener efecto al perder el apoyo de su principal valedor, EE UU. Debe destacarse que este interinato ya no existía de facto, tomando en cuenta que el famoso mantra de 2019 impulsado por Guaidó; "fin de la usurpación de Maduro; gobierno de transición; elecciones libres" no se ha cumplido hasta el momento.
Tras recuperar el control de la Asamblea Nacional en 2020, Maduro está plenamente asentado en el poder y llevando a cabo su agenda de gobierno, que incluye prepararse para las próximas elecciones presidenciales previstas para 2024. Por otro lado, Guaidó es prácticamente una figura cada vez más irrelevante, desacreditado y cuestionado desde diversos sectores dentro de la oposición y la sociedad venezolana, ya sin la cobertura ni el impacto mediático que tenía hace unos cuatro años.
'Rebelión' en la oposición
Si bien es cierto que el propio Guaidó se apresuró vía Twitter a desmentir cualquier cambio de enfoque por parte de la administración Biden, toda vez ...
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