
Los ocho países de Centroamérica se enfrentan a numerosos desafíos humanos y ecológicos que se refuerzan mutuamente. Con una población total de 182 millones de personas, más de dos tercios de las cuales viven en México, la región presenta diversos retos socioeconómicos. Todos sufren pobreza y violencia relacionada con bandas. Sin embargo, estos problemas no afectan de forma uniforme a todos los Estados de la región.
Los países más afectados por estos problemas también tienden a ser los más vulnerables a las amenazas ecológicas relacionadas con desastres naturales y riesgos hídricos. El caso más evidente es el de una subregión climática conocida como el Corredor Seco, que se extiende a lo largo de una gran franja que recorre cuatro Estados: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. La frecuencia cada vez mayor de las sequías en esta subregión ha provocado graves alteraciones en las prácticas agrícolas, afectando negativamente a la producción de alimentos. Esto ha elevado los niveles de inseguridad alimentaria y desnutrición, especialmente en las comunidades rurales, lo que a su vez ha generado pobreza y causado migraciones y desplazamientos.
Tres países situados a lo largo de este Corredor Seco —El Salvador, Guatemala y Honduras— forman una agrupación llamada Triángulo Norte de Centroamérica, una denominación basada en sus fronteras compartidas y desafíos sociales comunes. En ellos, han echado raíces organizaciones criminales transnacionales que se aprovechan de la debilidad de las instituciones públicas y de la corrupción para ejercer una influencia importante en la vida cotidiana de los ciudadanos. Estas organizaciones criminales también han producido algunas de las tasas de homicidios más altas del mundo, ya que las bandas rivales luchan entre sí y con las autoridades estatales por el control del territorio.
En el Triángulo Norte, los problemas combinados de pobreza, violencia y amenazas ecológicas han creado un clima general de inestabilidad social durante la última década, forzando a millones de personas a abandonar sus hogares. Esto se ha traducido en desplazamientos internos y externos; uno de cada dos de los desplazados a fines de 2020 en El Salvador, Guatemala y Honduras lo han hecho más allá de las fronteras de su país. La inseguridad alimentaria, la violencia, los desastres naturales y la búsqueda de mejores oportunidades económicas son los principales factores que impulsan los desplazamientos y la migración. Se calcula que más de dos millones de personas han abandonado el Triángulo Norte desde 2014.
Situada entre América del Norte y del Sur, la región incluye los siete países que normalmente se consideran parte de América Central —Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá— además de México. De acuerdo con el último Informe sobre la Amenaza Ecológica (ETR en sus siglas en inglés), tres de los ocho países de la región se enfrentan a niveles altos o extremadamente altos de amenaza ecológica, mientras que uno registra un nivel medio de amenaza y ...
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