Banderas de Reino Unido y la Unión Europea ondean en Knutsford. (Christopher Furlong/Getty Images)
Banderas de Reino Unido y la Unión Europea ondean en Knutsford. (Christopher Furlong/Getty Images)

A pesar de las muestras de cariño constantes de los líderes europeos, comienzan a oírse voces que podrían querer castigar al país si decide abandonar la UE.

Gran Bretaña debe de estar sintiéndose querida. Todos los días aparecen europeos que expresan su afecto por los británicos, ahora que estos se disponen a decidir su relación con la Unión Europea. Surgen por todas partes hashtags como #hugabrit y #PleaseDontGoUK; muchos líderes y personajes famosos se derriten en elogios sobre el papel de Reino Unido en la construcción de las instituciones europeas. Sin embargo, el sentimiento no es mutuo. La relación de Gran Bretaña con la UE siempre ha sido tensa, y dentro de unos días podría interrumpirse definitivamente. ¿Brexit o Bremain? No está claro si la relación va a apagarse o a reanimarse.

Según un sondeo de Pew Research Center, alrededor del 70% de los europeos dice que la salida de Gran Bretaña sería perjudicial, y sólo el 16% está a favor de que se vaya. Es evidente que, en general, los europeos piensan que Reino Unido es una parte fundamental de la UE y que el Brexit, por lo menos, haría perder a Europa una gran diversidad cultural.

Un grupo de europeos muy conocidos, desde el cineasta español Pedro Almodóvar hasta el futbolista francés Frank Laboeuf, pasando por la premio Nobel alemana Herta Müller, ha escrito una auténtica carta de amor en la que instan a los británicos a quedarse.

"La decisión es vuestra, y la aceptaremos", dicen. "No obstante, si esto ayuda a los indecisos, nos gustaría expresar cuánto valoramos que Reino Unido esté en la Unión Europea".

Otros europeos destacados —a los que The Daily Mail llama Eurofaranduleros— han manifestado también su aprecio. El autor español Javier Marías dice que su afición al cine y la literatura británica hizo que el país le pareciera tan familiar y tan europeo como las calles de su ciudad natal, Madrid. Entre los motivos para querer a Gran Bretaña, muchos europeos mencionan a iconos culturales como los Monty Python, con su humor lleno de referencias. Seguro que casi todos ignoran que John Cleese, su rostro más conocido, es partidario del Brexit, y esta vez no está bromeando: otro ejemplo del amor no correspondido de Europa.

En política, la reacción ante este bombardeo amoroso de las principales luminarias europeas ha sido discreta. El primer ministro, David Cameron, se encuentra en la incómoda situación de tener que hacer campaña por la UE a pesar de todo lo que ha criticado a sus instituciones. Ha tenido que lidiar con un fuerte elemento euroescéptico dentro de su propio partido, y en las negociaciones llevadas a cabo antes del referéndum ha conseguido que Reino Unido esté exento de la aspiración a "una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa". Sin embargo, cuando era un diputado de base, Cameron se mostraba mucho más crítico y acusaba a la UE de ...