Anuncios del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman con el hashtag '#ANewSaudiArabia', Londres 2018. (Chris J Ratcliffe/Getty Images)

He aquí una radiografía de todos los actores, instrumentos y dinámicas que articulan la vigilancia y la represión que están llevando a cabo, valiéndose de la digitalización y la revolución tecnológica, los gobiernos de la región.

Los levantamientos populares de 2011 y la pandemia por la covid-19 fueron los principales catalizadores para que múltiples gobiernos en el mundo incorporaran la digitalización y la inteligencia artificial en sus estrategias de seguridad. Aunque esto se trata de un fenómeno global, el caso particular de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) destaca porque las prácticas de recopilación de datos biométricos, la geolocalización y manipulación de la opinión pública se combinan con las características históricamente autoritarias de un Estado policial que ha invertido grandes sumas de dinero en sus agencias de inteligencia para apaciguar opositores políticos y líderes sociales. 

Esta situación está produciendo hoy en día diversas prácticas no solo restrictivas o intimidatorias de la libertad, sino también preventivas de las actividades en línea. Este fenómeno, que en conjunto pone en peligro la privacidad y la seguridad de los propios usuarios, se define como un “autoritarismo digital” y generalmente es ejecutado por ministerios de inteligencia, seguridad o comunicaciones, siempre con el soporte técnico de actores privados nacionales e internacionales.

Un nuevo discurso adoctrinador 

Una de las primeras manifestaciones de este fenómeno es la emergencia de un nuevo discurso que circula en la esfera pública árabe tanto en los espacios clásicos como la radio y la televisión como en los teléfonos inteligentes y sus aplicaciones, videojuegos y redes sociales. Se trata de una narrativa oficial que contiene una apología al Estado, a sus aparatos de seguridad y defensa, así como a sus antiguos y nuevos líderes que son proyectados como el futuro de la nación. Material como Saudi Strike Force o fenómenos como el Electronic Flies se combinan con contenido personalista, nacionalista y patrimonialista en plataformas informativas como Al Arabiya, Al Jazeera o Emirates 24/7, donde se elaboran textos multimodales dirigidos principalmente hacia jóvenes y adolescentes que, en la visión de las elites gobernantes, necesitan reforzar su identidad nacional a través de la resignificación y memorialización de los valores fundacionales del Estado. Así, de manera cotidiana, millones de jóvenes no sólo están expuestos a contenidos propagandísticos, sino que se vuelven parte de ellos mediante lo que el profesor estadounidense Roger Stahl denominó como "militainment", es decir, una combinación entre militarismo, seguridad nacional y entretenimiento. 

Después de que el periodista emiratí Ahmed Mansoor fuera objeto de un programa espía en su teléfono, Apple lanzó una actualización de su firmware actual para dispositivos iOS. (Jaap Arriens/NurPhoto/Getty Images)

Lo anterior funciona como una pedagogía que educa a jóvenes audiencias a través de una producción masiva de propaganda y noticias falsas, la cual va acompañada de un fuerte componente de censura como el clásico elemento autoritario que se aplica contra quienes ...