Vistas de Palmira (Siria) en 2014. (Joseph Eid/AFP/Getty Images)
Vistas de Palmira (Siria) en 2014. Patrimonio Cultural. (Joseph Eid/AFP/Getty Images)

El Patrimonio Cultural tiene unos valores universales que pertenecen a todos y que por todos deben ser protegidos. No se trata sólo de piedras, edificios o monumentos, también son pertenencia, identidades y valores. Si esto parece claro, ¿por qué se destruye?

“El islam obliga a destruir los restos del pasado”

Hablemos mejor de propaganda y manipulación. El islam, lo mismo que otras religiones, no resulta unitario. Para las doctrinas más fundamentalistas (consideradas por muchos fieles al margen de la ortodoxia) la historia empieza con el nacimiento del profeta y por tanto todo resto de un pasado anterior a Muḥammad debe ser borrado.

Para los extremistas de Daesh terminar del modo más inhumano con elementos que pertenecen a la memoria colectiva de la humanidad no es sino un modo más de manipulación ideológica, otro capítulo dentro de la depuración étnica y religiosa que están llevando a cabo.

La destrucción salvaje (y en muchos casos televisada) por estos grupos del patrimonio histórico genera un gran impacto propagandístico en Occidente. Arrasar lugares arqueológicos, quemar libros o destruir estatuas es tanto una provocación deliberada a sus no seguidores, como una reafirmación del islam que defienden ante sus fieles. Lo que ahora sucede en Siria con Daesh no es una excepción, ejemplos como lo sucedido con los budas de Bamiyán (Afganistán), Tombuctú (Malí), Libia o Egipto son muestra de ello.

También el patrimonio musulmán, en tanto que legado cultural identitario pero también universal, ha resultado objetivo de la destrucción por grupos no islamistas. Durante la guerra de Bosnia ultranacionalistas serbios y croatas incendiaron la biblioteca de Sarajevo, destruyeron la mezquita de Ferhadija y volaron el puente de Mostar entre otros ejemplos de Patrimonio Cultural.

“El tráfico ilícito y contrabando del Patrimonio Cultural es rentable”

Mucho. Se sabe que en la esfera internacional, el robo de arte y antigüedades es uno de los negocios más lucrativos del crimen organizado. Según una investigación realizada por la Cámara de los Comunes de Reino Unido en julio de 2000 el tráfico ilícito en objetos antiguos tiene un valor estimado superior a 6.000 millones de dólares anuales (5.700 millones de euros aproximadamente). El FBI habló de un movimiento de 4.000 a 6.000 millones de dólares en 2010, superado sólo por la venta ilegal de armas y drogas. Los datos en cualquier caso no son fáciles de cotejar. Otras fuentes recogidas por UNESCO estiman que en 1993 las ventas de bienes culturales, legítimas e ilegítimas, realizadas en todo el mundo alcanzaron un valor de 39.300 millones de dólares. En los últimos años se sabe que este tráfico ha aumentado exponencialmente (al menos en un 50%) gracias a las ventas a través de Internet.

El pasado 12 de febrero Naciones Unidas adoptó la resolución 2199 en la que se condena la destrucción del patrimonio cultural en Irak y Siria, sea esta accidental o deliberada y señala también que el saqueo, las excavaciones ilegales y el contrabando de artículos del Patrimonio Cultural ...