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He aquí una hoja de ruta para configurar una plataforma de voto mundial, organizada por Democracy Without Borders, con el fin de obtener una participación ciudadana más directa a escala local, nacional, regional y global.

Democracy Without Borders propugna un enfoque integral de la promoción de la democracia que abarca todos los niveles, desde el local hasta el global, e incluye los aspectos de representación y participación.

En colaboración con sus socios organiza campañas y programas mundiales que adoptan diferentes estrategias para llegar al objetivo común de la democratización global: de arriba abajo en la campaña para crear una Asamblea Parlamentaria de la ONU y de abajo arriba en la Iniciativa Ciudadana Mundial y la Plataforma de Voto Mundial (Global Voting Platform, GVP), que es el tema de este artículo.

Si bien la campaña para crear una Asamblea Parlamentaria de Naciones Unidas (UNPA) sigue siendo, con gran diferencia, el proyecto más importante de Democracy Without Borders y la forma preferida de avanzar hacia el desarrollo de un orden mundial más democrático, la declaración de objetivos de la organización establece que “proporciona ayuda relacionada con la investigación, el desarrollo y la implantación de instrumentos y procesos democráticos, incluidas, por ejemplo, varias formas innovadoras de participación ciudadana como distintos modelos de democracia electrónica, directa o líquida”. En este sentido, la GVP es una combinación de democracia representativa y democracia directa, por lo que constituye una estrategia innovadora y radical para movilizar a los ciudadanos del mundo en favor de una acción global e incorporarlos a la toma mundial de decisiones.

En la ponencia “Humanos unidos” publicada por Democracy Without Borders se proponen varias de las aplicaciones de la GVP que se exponen a continuación, que son responsabilidad exclusiva de los autores de este artículo.

 

La Plataforma de Voto Mundial

Un Parlamento global elegido por los ciudadanos a través del voto por Internet y con circunscripciones electorales virtuales puede servir de base para una nueva organización del mundo que, con el tiempo, consolidaría la estructura actual de Naciones Unidas y llevaría un paso más allá, al permitir la aprobación y puesta en marcha de normas universales vinculantes en ámbitos de interés global claramente definidos de antemano.

La GVP es una herramienta de Internet para promover la democracia mundial que podrá adaptarse a escala, desde pequeños grupos de participantes hasta su uso masivo a escala global. Ofrece una estructura que permite crear iniciativas, debatirlas y votarlas, con la posibilidad de delegar el voto. La GVP es la sucesora de una herramienta de Internet implantada en el año 2000 que cuenta con más de 1.000 miembros, de modo que se basa en experiencias reales.

El propósito de la GVP es lograr una gran participación pública y ayudar a generar el apoyo popular a una reforma de la ONU y al fomento de la democracia global en general. Otros objetivos pueden ser, por ejemplo, permitir que los usuarios inscritos respalden propuestas futuras de Iniciativas Ciudadanas Mundiales y que voten sobre las resoluciones discutidas en el Consejo de Seguridad de la ONU, como contrapeso simbólico al carácter antidemocrático y nada representativo del órgano más importante de Naciones Unidas.

 

Un modelo de gobernanza mundial democrática

Existen retos que no pueden resolverse eficazmente con el sistema intergubernamental actual. El establecimiento de una política global y su puesta en práctica es un proceso largo y fragmentado. Además, la toma de decisiones intergubernamentales que predomina cada vez en más esferas carece de transparencia, legitimidad e inclusión. El modelo que presentamos, una mezcla de democracia representativa y directa, describe una estrategia innovadora y radical para movilizar a los ciudadanos del planeta en favor de una acción global e incorporarlos a la toma mundial de decisiones.

Sugerimos que un Parlamento Mundial elegido por los ciudadanos a través del voto por Internet y con circunscripciones electorales virtuales será la base para una nueva organización global de tercera generación (W3G) que sustituya a la ONU actual. En paralelo al Parlamento Mundial, habría un ciberespacio global, un Experimento de Parlamento Mundial, que facilitaría el máximo nivel posible de participación democrática de los ciudadanos del mundo.

Esta nueva organización global, con el tiempo, consolidaría la estructura actual del sistema de Naciones Unidas bajo el paraguas de una Comisión Mundial y permitiría la aprobación y puesta en marcha de normas universales vinculantes en ámbitos de interés para todo el planeta claramente definidos de antemano. Entre los asuntos que habría que debatir y necesitarían una definición clara estarían, entre otros, la mitigación del cambio climático;el desarrollo sostenible; la protección medioambiental; la gestión del impacto de los seres humanos en los límites planetarios; la regulación de la inteligencia artificial; la ingeniería genética y la tecnología transhumanista; la eliminación de las armas de destrucción masiva; el desarme convencional; la prevención de las agresiones, los genocidios y los crímenes de masas; la lucha contra el terrorismo transnacional y el crimen organizado; la seguridad hídrica y alimentaria; las migraciones; medidas para garantizar la estabilidad financiera global; la protección del comercio mundial y la seguridad energética.

Sugerimos que las cámaras legislativas mundiales encargadas de aprobar normas globales consistan en un Parlamento Mundial y un Senado Mundial. El Parlamento representaría a los ciudadanos y a la opinión pública global, mientras que el Senado representaría a los gobiernos de los Estados miembros de la W3G, de una forma similar a la Asamblea General de la ONU actual.

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La participación ciudadana se reforzaría con el instrumento de la Iniciativa Ciudadana Mundial y la potestad del Parlamento Mundial para convocar referendos globales. El estatuto de W3G tendría que incluir el compromiso de proteger una serie de derechos humanos fundamentales. Los órganos y funcionarios de los brazos legislativo, judicial y ejecutivo de la W3G tendrían obligación legal de respetar las cláusulas de dicha carta fundacional. Un Estado miembro que considere que una norma o medida infringe la carta de la W3G o sus derechos o los de uno o más de sus ciudadanos podrá presentar una queja constitucional ante un Tribunal Constitucional Mundial, que podrá dictar un fallo inapelable. En el Senado, a las actuales potencias nucleares oficiales se les asignará un 6% de votos cada una. Los votos restantes se distribuirán entre los demás países miembros con arreglo a los principios de igualdad soberana y tamaño de la población. En el Parlamento mundial tendrá el mismo valor el voto de todos los ciudadanos.

La elección del Parlamento Mundial difiere de las consideraciones geopolíticas tradicionales y se atiene a una perspectiva verdaderamente global. Los miembros se eligen mediante el voto por Internet, basándose en circunscripciones virtuales establecidas por los ciudadanos de todo el planeta en virtud de sus propios criterios. En principio, no se exigirá que los partidos políticos designen candidatos para circunscripciones concretas.

La financiación de la W3G procederá de tres fuentes: contribuciones de los Estados miembros con arreglo a su parte correspondiente del PIB mundial, tasas recaudadas entre los ciudadanos que se inscriban en el ciberespacio mundial y, por último, aportaciones voluntarias de los Estados miembros o de actores no estatales, incluidos ciudadanos particulares.

Creemos que, para que haya un modelo de W3G que incluya normas universales vinculantes como instrumento fundamental para hacer frente a los desafíos globales, será necesaria una presión constante y de peso por parte de la opinión pública sobre los gobiernos de todo el planeta. El ciberespacio global que propone este modelo puede ser el cimiento de un Parlamento Mundial que, a su vez, sea el pilar de una W3G incluyente y democrática.

Ahora bien, la participación ciudadana en otros ámbitos aparte del mundial es igual de importante, factible y deseable; y la GVP está diseñada específicamente para facilitar el debate y las votaciones a cualquier nivel. Sin embargo, el obstáculo especial del ámbito global es que todavía carece de muchas instituciones que son bien conocidas en otros niveles (por ejemplo, un parlamento democrático mundial), por lo que debemos describirlas antes de entrar en detalles sobre la participación ciudadana.

Por un lado, parece mucho más fácil imaginar el efecto de una plataforma de voto a escala local: los miembros de la comunidad podrían acercarse directamente a los representantes electos presentes en las instituciones para intentar que asumieran los resultados de sus deliberaciones. Por otro lado, muchos procesos políticos son difíciles de transformar precisamente por ese motivo: las instituciones actuales tienden a repetir lo de siempre y evitar las innovaciones.

Dicho esto, el nivel regional (en particular, el europeo) podría ser un ensayo muy interesante de participación ciudadana a través de Internet: existen ya instituciones a las que dirigirse, pero el proceso es mucho más incierto y probablemente más abierto a las innovaciones que en ámbitos más locales.

La Conferencia sobre el Futuro de Europa puede ser una oportunidad para una participación ciudadana más directa y digital. Además de la Iniciativa Ciudadana Europea (ECI), que se complementa con una nueva Iniciativa Ciudadana Mundial (WCI), si involucrar a los ciudadanos es uno de los objetivos más importantes de este proyecto, es recomendable la integración de una plataforma de voto como la GVP a escala europea.

 

Próximos pasos: la hoja de ruta de la GVP

En 2019, la programación de la GVP llegó a un punto en el que era posible probar una versión beta. Se completó una primera fase centrada en los mecanismos principales en la que no se identificaron más que pequeños tropiezos; ahora está en marcha la segunda fase antes de proceder al lanzamiento oficial.

Entre 2020 y 2021 seguiremos desarrollando la GVP con el lema de “general repercusión política”. Los siguientes pasos van a ser estos:

Hacer pruebas concretas con la GVP como herramienta de debate y voto con un máximo de 500 participantes. En estos momentos estamos estudiando las responsabilidades y las cautelas legales. La prueba se llevará a cabo mediante actos y conferencias y apoyando iniciativas, ONG y otras asociaciones. Uno de los actos que utilizará la GVP será el 2º Laboratorio de Democracia Global, que se pondrá en marcha en octubre de 2020.

Seguir programando; por ejemplo, equipar la GVP para los casos mencionados si es necesario y poner en marcha una herramienta de raspado de web para generar automáticamente votos nuevos sobre futuros problemas políticos en debates participativos sobre distintas cuestiones de la agenda política.

Recaudar fondos para poder seguir programando y poder disponer de asesoría legal (entre otras contribuciones, con el dinero obtenido de los casos de prueba).

Comunicar las experiencias de los casos de prueba al público interesado (instituciones, partidos políticos, ONG, publicaciones políticas escogidas, etcétera).

Gran fase de programación en colaboración con proveedores externos de servicios y las autoridades públicas para resolver los problemas de autenticación, identificación, protección de datos y seguridad, con el fin de preparar las votaciones en casos en los que sean necesarios unos criterios muy estrictos de prevención del fraude y seguridad de datos, lo que permitirá un documento de identidad de ciudadanía mundial.

Proporcionar un marco legal seguro para aplicar la GVP en distintos países y en diferentes condiciones.

Ofrecer servicios continuos de moderación y mantenimiento.

Después de completar estos pasos, la GVP se hará pública y se ampliará para incluir nuevos casos de prueba y la colaboración con instituciones supranacionales, preferentemente la ONU, la UE y otras organizaciones regionales.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

 

Este artículo forma parte del especial

Contar con la ciudadanía: algunas ideas para la Conferencia sobre el Futuro de Europa 

CONTAR CON LA CIUDADANÍA_ ALGUNAS IDEAS PARA LA CONFERENCIA SOBRE EL FUTURO DE EUROPA (4)

 

Con la colaboración de:

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