
El presente de Grecia no es esperanzador, pero puede tener oportunidades que vislumbren un futuro mejor.
“La crisis continúa... El pueblo sobrevive heroicamente”. El epílogo de 'Comportarse como adultos', la película de Costa-Gavras que relata la visión del izquierdista Yannis Varoufakis durante las negociaciones con la Troika, sigue en vigor en Grecia. El país heleno encadena crisis: la que estalló en 2009 y provocó una reducción drástica en el gasto público y los salarios y la que, en el presente, de carácter global e inflacionista, incrementa el precio de los bienes de consumo básicos y la vivienda. Entre medias, además, una pandemia que conmocionó al mundo.
“Tenemos capacidad de resiliencia a las crisis. Primero perdimos un cuarto de nuestra economía, una situación propia de la guerra, luego irrumpió la pandemia del coronavirus, que afectó al sector turístico, expuesto a las crisis económicas y políticas, y ahora padecemos la crisis del sector energético. Unidas a la demográfica y a la climática, es un cóctel explosivo y las empresas no están preparadas para afrontar los desafíos, teniendo en cuenta la dramática situación del Estado griego, que no puede contribuir”, resume Yannis Eustathopoulos, coordinador del programa para el desarrollo sostenible y bienestar del Institute for Alternative Policies. “El déficit por cuenta corriente es el más alto de los últimos doce años. Era uno de los grandes problemas en 2010, antes del programa de la Troika, y de nuevo se manifiesta. Tenemos problemas crónicos de competitividad que se agudizaron con la entrada del euro y las medidas implementadas no están solucionando las carencias estructurales de la base productiva griega”, añade.
Tras más de una década de recortes y reformas neoliberales para atraer la inversión extranjera, desde el año pasado Grecia no es un país tutelado por los acreedores internacionales: aunque débil, porque los problemas estructurales persisten, su economía es estable. Sin embargo, esta estabilidad no se nota en la calle, al contrario, la sociedad protesta por los recortes y lamenta la alarmante pérdida de poder adquisitivo: el 29,5% de la población está en riesgo de pobreza o exclusión y el PIB per cápita heleno con respecto al índice de precios es el penúltimo de la Unión Europea (UE).
Entonces, tras tres lustros de privaciones que cuestionan el Estado del bienestar, ¿dónde está Grecia? ¿Qué futuro le espera? ¿Se acercará a los estándares del sur de Europa, de la que es génesis ideológica contemporánea, creará su propio camino o cederá ante el impulso geográfico y se asemejará a los Estados vecinos de los Balcanes?
El presente
Grecia inició su independencia del Imperio otomano en 1821, aunque las fronteras actuales son resultado de décadas de conflicto con los países vecinos y fueron refrendadas en el tratado de Lausana en 1924. Al centrar su economía en la guerra, primero en ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF