Dos décadas después del fin de la guerra de Kosovo, la Corte Especial podría imputar por crímenes de guerra al presidente Hashim Thaçi y a otros miembros de la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK).

La Fiscalía de la Corte Especial para Kosovo publicaba el pasado junio un comunicado en el que acusaba de crímenes de guerra y otros hechos punibles a Hashim Thaçi, Kadri Veseli y otros miembros de la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK). Los jueces, que están examinando las pruebas y las declaraciones que la Fiscalía está tomando a los acusados, tiene que decidir si los imputa por un centenar de crímenes contra serbios, romaníes y, reflejando las disputas de poder internas, albaneses. Si bien es probable que se formalice el proceso, será complicado que Hashim Thaçi sea sentenciado por los presuntos crímenes que cometió durante la guerra de Kosovo (1998-1999) y su posguerra. Las dificultades para encontrar y proteger a los testigos y el daño que pueden haber sufrido las evidencias en estos 20 años complican esclarecer la verdad. Además, aunque parece improbable, la Corte Especial puede perder su jurisdicción si así lo decide el Parlamento kosovar. Una combinación que favorece a Hashim Thaçi, actual presidente del país y exlíder político del extinto UÇK.
La Corte Especial para Kosovo se constituyó gracias al Parlamento, que habilitó una ley en 2015 para dotarla de jurisdicción, por lo que es parte de su sistema de justicia. Tiene como objetivo encausar a los peces gordos del conflicto, aquellos que por motivos de seguridad son imposibles de juzgar en el país. Que su sede esté en La Haya y que sus jueces y fiscales sean internacionales tiene precisamente su razón en la seguridad y la independencia que Prístina no puede proporcionar. Su instauración era una demanda de la Unión Europea y fue el PDK de Thaçi, siempre connivente con la comunidad internacional, el que promovió en el Parlamento su aprobación. Entonces votó en contra el partido Vetëvendosje (VV) de Albin Kurti, el gran enemigo de Thaçi y que perdió este año el cargo de primer ministro por una moción de censura urdida por el presidente y Estados Unidos.
Esta Corte, por tanto, depende de una ley que puede ser revocada si la mayoría del Parlamento lo acuerda. Sin embargo, Bekim Blakaj, director de la rama kosovar del Humanitarian Law Center, una iniciativa civil de los países nacidos de la antigua Yugoslavia que lucha por establecer una comisión de la verdad sobre los crímenes de guerra en los Balcanes desde el 1 de enero de 1991 hasta 31 de diciembre de 2001, cuando finalizó el conflicto en Macedonia del Norte, no cree que el Presidente vaya a intentar fulminar la ley habilitante: “Ya hubo un intento en diciembre de 2017. Estuvo ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF