
He aquí las claves para entender la nueva NSS de Estados Unidos.
A pesar de la gravedad de la guerra en Ucrania, la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos centra su interés en China. El documento recalca la importancia de la tecnología, pero ignora la relevancia del comercio para la seguridad nacional.
La Estrategia de Seguridad Nacional (NSS en sus siglas en inglés) que elabora cada gobierno estadounidense es siempre un documento crucial. Resulta especialmente interesante ver cómo evolucionan las prioridades y las políticas con el paso de los sucesivos gobiernos en Washington.
En marzo de 2021 publiqué un artículo para el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores en el que comparaba la Estrategia Provisional de Seguridad Nacional que acababa de publicar el entonces recién llegado gobierno de Biden con las del gobierno de Obama, de febrero de 2015, y del de Trump, de diciembre de 2017.
Había claras diferencias, como el cambio de “Estados Unidos solo”, en 2017, a “Estados Unidos y sus aliados” en 2021. También había otros cambios más sutiles en los tres documentos, sobre todo entre la aprobación de un ambicioso programa de libre comercio en 2015 y la desaparición de cualquier política comercial coherente con Trump y Biden. El ascenso gradual de China estaba presente en todos los documentos.
Al escribir en 2021 sobre la estrategia provisional, mi conclusión era: “A partir de ahora, Estados Unidos dará prioridad a la competencia estratégica con China, una nueva estrategia comercial, el auge de la tecnología, la defensa de la democracia, la urgencia de las crisis climática y sanitaria y las medidas para evitar ‘guerras eternas’ en Oriente Medio”.
Hasta octubre de 2022 no se hizo pública la Estrategia de Seguridad Nacional definitiva, lo que indica que la coyuntura mundial es más complicada de lo que habían previsto los autores de la estrategia provisional. La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 alteró de manera fundamental la situación estratégica y, por otra parte, se tardó más de lo previsto en elaborar una estrategia coherente respecto a China.
También resultó difícil encajar las distintas políticas en el marco de la rivalidad entre democracia y autoritarismo tan visible en los primeros días del gobierno de Biden. La Cumbre de las Democracias de diciembre de 2021, de la que se había hablado mucho en las semanas anteriores, acabó siendo un acontecimiento muy discreto, y el seguimiento ha sido desvaído.
La situación mundial actual consiste esencialmente en un marcado aumento de la rivalidad geopolítica, que debilita los intentos de cooperación mundial, y del número de problemas mundiales que exigen una respuesta global. Tanto la rivalidad geopolítica como los problemas comunes tienen muchas probabilidades de agravarse, así que encontrar el equilibrio a la hora de gestionarlos será crucial en las próximas décadas.
La diferencia más ...
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