Campo de refugiados de Dadaab (Tony Karumba/AFP/Getty Images)
Campo de refugiados de Dadaab (Tony Karumba/AFP/Getty Images)

Miles de personas se asientan en campos de refugiados en el mundo, son muchos y están en distintos lugares, pero todos deben enfrentarse a una situación hostil. Ninguno ofrece por el momento una salida a la espiral de ayuda-dependencia en la que se encuentran sus habitantes. He aquí una muestra de los campos de refugiados donde residen más personas.

Los campos de refugiados constituyen una extensa y compleja red de asistencia institucionalizada, denominada “régimen internacional de refugiados”, que implica la creación de cuasi-ciudades que albergan a personas que han sido forzadas a huir de sus hogares debido a la guerra o la persecución. En muchas ocasiones levantados rápidamente, ofrecen una provisión de ayuda la más de las veces deficiente y convierte a los habitantes en poblaciones pobres.

Durante las décadas de los 70 y 80, los campos fueron un tema de estudio y debate común, y en los últimos años se ha producido un resurgimiento del interés por esta cuestión, debido al solapamiento de conflictos y crisis humanitarias. El modelo actual se centra en cubrir las necesidades más básicas y ha sido concebido como una respuesta temporal a las crisis, una “solución" provisional que la realidad no ha confirmado y que es aplicada tanto en el caso de los refugiados como en el de los desplazados internos.

Hay que cambiar sustancialmente las condiciones de vida en los campamentos y replantear su modelo de desarrollo y organización, aportando nuevas soluciones duraderas. Los campos deben contemplarse como cuasi-ciudades, una vez han perdido su carácter provisional para convertirse en asentamientos permanentes donde nacen y crecen nuevas generaciones.

Las políticas de asentamiento deben estar menos basadas en los intereses de los países de acogida y las organizaciones humanitarias, y más en las propias necesidades de los refugiados. Esto puede lograrse mediante el incentivo de la participación de la comunidad en el propio diseño de los campos, pero sobre todo mediante el cambio desde un sistema de sustento y dependencia de la ayuda externa hacia uno que permita el desarrollo social y económico dentro de los mismos.

Un segundo modelo de ayuda internacional para la población refugiada podría encontrarse fuera, en diferentes formas y mecanismos de integración del refugiado en el país de acogida, al tiempo que se le proporcionan una serie de servicios de apoyo en el ámbito laboral y educativo para conseguir su integración. La vida dentro de los cinco campos más grandes del mundo demuestra que ser refugiado en la actualidad es una lacra social.

No obstante, la responsabilidad jurídica del modelo de asentamiento de los refugiados corresponde a los gobiernos que les ofrecen asilo, los cuales optan la mayoría de las veces por la reubicación dentro de los campos. Algunos de los criterios de decisión principales tienen que ver con cuestiones políticas y de seguridad, así como económicas, del país de acogida, y no con la seguridad y el bienestar de los refugiados.

Dadaab

Lugar: Kenia
Fecha de creación: 1991
Número de personas: 402.361

En 1991, cuando estalló la guerra civil en Somalia, miles de personas viajaron a Kenia, donde la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) estableció Dadaab, un gigantesco complejo compuesto por los tres campos más grandes del mundo: Hagadera, Dagahaley e Ifo. En principio, era un espacio habilitado para 90.000 refugiados. Ahora es el mayor del mundo, y en él habitan más de 402.361 personas. Entre otros, da cobijo a miles de somalíes y miembros de los diversos grupos étnicos minoritarios de Somalia y a los bantúes.

A medida que la población se expandió en los campamentos y el desierto circundante, se hizo más difícil abastecer apropiadamente a sus residentes y garantizarles su seguridad y la disponibilidad de servicios esenciales, como el agua, el saneamiento y la educación. Los refugiados – la mayoría de los cuales son mujeres y niños – no tienen dinero, sino que se limitan a recibir una ración de alimentos.

Según declaraciones de sus habitantes, “cada persona recibe de ACNUR tres kilogramos de maíz y tres de harina de maíz, más una taza de aceite, y con ello se espera que se sustenten durante 15 días”. La política oficial del campamento de Kenia plantea un obstáculo importante para el sustento formal y las actividades económicas de los refugiados dentro y fuera de los campamentos.

El pasado mes de abril las autoridades de Kenia avisaron de que Dadaab sería desalojado, pues es considerado una de las vías de entrada de los combatientes de Al Shabab en el país. La medida, anunciada en caliente por el vicepresidente keniano, William Ruto, tras el ataque del grupo terrorista somalí en la universidad de Garissa, no ofrece ninguna solución factible por el momento.

Dollo Ado

Lugar: Etiopía
Fecha de creación: 2011
Número de personas: 205.290

Es la segunda mayor operación de refugiados en el mundo. Esta improvisada ciudad en el sudeste de Etiopía es un inmenso complejo de cinco campamentos que alberga 205.290 personas, en su mayoría somalíes que huyen del conflicto, la sequía y el hostigamiento y reclutamiento forzado por parte del grupo terrorista Al Shabab. Además, desde principios de 2014, Etiopía ha aceptado miles de refugiados procedentes de Sudán del Sur y Eritrea.

ACNUR se enfrentó a una situación de emergencia aguda en el campo en 2011 que atrajo la atención internacional, pues ese año miles de refugiados somalíes llegaron a Dollo Ado, dejando tras de sí una larga guerra civil que se había prolongado durante 22 años. El campo tuvo que hacer frente a una hambruna y a muchas enfermedades, convirtiéndose en una amenaza para sus propios habitantes. ACNUR y el Gobierno etíope construyeron tres nuevos campos, y establecieron programas de nutrición, de agua, saneamiento e higiene a gran escala, en combinación con una vacunación masiva y otras medidas de salud pública.

El complejo de Dollo Ado alberga cinco campamentos, y varios cientos de nuevos refugiados llegan desde Somalia cada semana. Después de un período de declive, el número de llegadas ha aumentado de manera significativa. Sobre todo, impresiona el alto número de niños que viven en este campo, por lo que es importante la construcción de escuelas, aulas para la formación profesional y poder garantizar una educación básica de calidad.

Refugiados esperan para conseguir un suplemento alimenticio en el centro de salud en Kakuma, Kenia. (Simon Maina/AFP/GettyImages)
Refugiados esperan para conseguir un suplemento alimenticio para niños en el centro de salud del campo de Kakuma, Kenia. (Simon Maina/AFP/GettyImages)

Kakuma

Lugar: Kenia
Fecha de creación: 1991
Número de personas: 180.000

El campamento de Kakuma es un crisol, con cerca de 180.000 refugiados procedentes de más de 20 países que viven en cuatro sectores. La mayoría son de Sudán del Sur, Somalia, Sudán y la República Democrática del Congo. Se estableció en 1991 y está situado a 95 kilómetros de la frontera entre Kenia y Sudán.

Situado en un lugar remoto, presenta una infraestructura deficiente y escaso acceso a los servicios esenciales. Por tercer año consecutivo, ha estado recibiendo un número récord de refugiados de Sudán del Sur. A finales de agosto de 2014, había más de 42.000 recién llegados. A falta de un alto el fuego duradero en el país vecino, la constante afluencia hacia Kenia es probable que continúe, por lo que se necesitan nuevos recursos y socios estratégicos para mantener la protección de los refugiados y soluciones humanitarias urgentes, dentro y fuera de los campos.

Los refugiados son incapaces de mantenerse a sí mismos con actividades generadoras de ingresos. Las restricciones sobre el empleo les disuaden de lograr una mínima independencia y sólo los afortunados que trabajan con las ONG reciben un pequeño incentivo por su trabajo. Cualquier persona confinada en un lugar como Kakuma se vuelve dependiente automáticamente.

Además, el ambiente del campo es muy hostil. El pasado mes de noviembre, disturbios esporádicos dentro del campo se cobraron la vida de ocho refugiados de Burundi, República Democrática del Congo y Sudán del Sur, tras un enfrentamiento entre bandas rivales.

Jabalia

Lugar: Franja de Gaza
Fecha de creación: 1948
Número de personas: 110.000

Casi 110.000 palestinos viven en este campo de refugiados de la Franja de Gaza, ubicado en el extremo norte, cerca de la frontera israelí. Forma parte de una red de ocho campos administrados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA con siglas en inglés), y sólo cubriendo una superficie de 1,4 km², constituye uno de los lugares más densamente poblados del planeta. Se estableció en 1948 para proporcionar refugio temporal a los refugiados árabes palestinos.

La UNRWA ha mejorado sensiblemente la vida de sus habitantes, pero como es de sobra conocido, el bloqueo ha aplastado a la economía una vez dinámica y orientada al comercio de la Franja y su capacidad para crear puestos de trabajo, empujando a la mayoría de la población a la espiral de ayuda y dependencia. Los niveles sin precedentes de devastación durante el conflicto del verano pasado han tenido un efecto negativo adicional sobre Gaza. Nueve meses más tarde, aproximadamente el 65% de la población de refugiados depende de la ayuda alimentaria, mientras que ni una casa destruida se ha reconstruido.

A menudo se dice que este campo es una cárcel al aire libre. El Ejército israelí ha llevado a cabo arrestos continuados de supuestos terroristas dentro del campo. Muchos residentes proceden de pueblos del sur de Palestina, que es ahora parte de Israel. Para evitar su regreso, se han expropiado las propiedades de refugiados y han adoptado una legislación que les prohibe adquirir la ciudadanía y residencia, así como recuperar la posesión de sus tierras.

Refugiados sirios en Zaatari, Jordania. (Khalil Mazraawi/AFP/Getty Images)
Refugiados sirios en Al Zaatari, Jordania. (Khalil Mazraawi/AFP/Getty Images)

Al Zaatari

Lugar: Jordania
Fecha de creación: 2012
Número de personas: 83.000

Al Zaatari es un campo de refugiados en Jordania, situado a 20 kilómetros de la frontera con Siria, que se está convirtiendo gradualmente en otro megaasentamiento permanente. Se creó en julio de 2012 en un espacio de 9 kilómetros cuadrados y se ha ido organizando hasta convertirse en la quinta ciudad más grande de Jordania. Cada día llegan personas desesperadas que huyen de la guerra en Siria.

En total, unos 400.000 sirios han pasado por este campo desde el inicio del conflicto en 2011. Aunque cada día llegan nuevos refugiados debido al recrudecimiento de los combates, también hay muchos que regresan a Siria. En marzo de 2015, la población del campamento alcanzaba casi 83.000 refugiados, de los cuales un 58% eran niños, por lo que muchos lo llaman ‘el campamento de los niños’.

La principal preocupación se debe a la escasez de suministros de alimentos y a la precariedad de los alojamientos, que el Programa Mundial de Alimentos, Unicef y ACNUR cubren a duras penas. Las malas condiciones de vida en el campamento han desembocado en manifestaciones y altercados de los refugiados con la policía jordana.

Jordania no es signatario de la Convención de Refugiados y el espacio de protección es frágil, debido a propios desafíos socio-económicos del país. El memorando de entendimiento (MoU) de 1998 entre ACNUR y el Gobierno jordano constituye la base para las actividades de éste organismo sobre el terreno.