El alto oficial de seguridad iraní Ali Shamkhani, el Ministro de Asuntos Exteriores chino Wang Yi y el asesor de seguridad nacional saudí Musaid Al Aiban, posan para una foto tras haber llegado a un acuerdo entre Irán y Arabia Saudí para restablecer relaciones diplomáticas bilaterales en Beijing, China. (Chinese Foreign Ministry/Getty Images)

Tras las presiones de China, Irán y Arabia Saudí acordaron recientemente restablecer relaciones diplomáticas en un plazo de dos meses, después de siete años de ruptura de lazos. He aquí algunas claves para entender el acuerdo alcanzado.

El acuerdo entre Irán y Arabia Saudí para restablecer las plenas relaciones diplomáticas es un logro importante. En unas negociaciones auspiciadas por China, con la importante ayuda previa de Irak y Omán, los dos países han llegado a un acuerdo que promete rebajar las tensiones, hasta ahora en aumento, entre ambos.

Riad y Teherán son rivales desde hace mucho tiempo. Desde el punto de vista de Arabia Saudí, Irán es una potencia revisionista que fomenta el malestar en Oriente Medio con su apoyo a actores no estatales en Irak, Líbano, Siria y Yemen. Riad cree que su vecino constituye una amenaza para la seguridad del reino y de la región. Desde el punto de vista de Irán, Arabia Saudí es un rival que le disputa la hegemonía regional y que arrastra a potencias extranjeras al Golfo. Cada uno de los dos desea que se le considere líder de todos los musulmanes. Han estado en bandos opuestos en muchas de las guerras que ha sufrido la región en las últimas décadas, sobre todo en la que continúa en Yemen, donde los saudíes respalda al gobierno reconocido internacionalmente e Irán a los rebeldes hutíes. Riad y Teherán rompieron relaciones en 2016, después de que las autoridades saudíes ahorcaran a Nimr al Nimr, clérigo y disidente chií, lo que provocó que unos manifestantes en la capital iraní saquearan la Embajada saudí.

El momento en el que se firmó el acuerdo para reanudarla relación fue sorprendente, como también lo fue que Pekín hiciera de mediadora. Irán y Arabia Saudí estaban hablando de restablecer relaciones diplomáticas ya desde hacía tiempo, pero parecía que las negociaciones se habían estancado. Teherán había presionado para hacer las paces y reabrir las embajadas, pero Arabia Saudí se había resistido porque esperaba que Irán hiciera concesiones en otros problemas, como la guerra en Yemen, antes de dar ese paso. Como explicó un alto funcionario saudí a Crisis Group a finales de 2022, “Irán quiere restablecer las relaciones, pero antes tenemos que hablar de por qué se rompieron. Teherán tiene que reconocer estos problemas [su relación con actores no estatales, en especial los hutíes] para poder avanzar en el diálogo”. Hay varias razones por las que el acuerdo ha sido más rápido de lo que se preveía y la intervención de Pekín, sin duda, es una de ellas. Como gran potencia, China probablemente ha podido ofrecer a ambas partes unas garantías que les han ayudado a superar las reservas que quedaban. ...