Niña siria refugiada en Şanlıurfa, Turquía. (Hakan Akgun/dia images/ Getty Images)

El debate sobre qué ocurrirá con los casi cuatro millones de refugiados en Turquía alcanzó un punto álgido durante las presidenciales de mayo. Tras la reelección de Recep Tayyip Erdoğan, el presidente turco pone rumbo hacia las próximos comicios locales de marzo de 2024, buscando ganarse al electorado nacionalista con un discurso que tiene a los refugiados en el punto de mira. Sin lugar a dudas, este escenario también tendrá su impacto en las relaciones entre Ankara y Bruselas.

“Enviaremos de regreso a los sirios a ritmo de tambores y chirimías”. Con esta frase el líder de la oposición y del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kılıçdaroğlu, abría el debate sobre el futuro de los refugiados en Turquía, buscando captar al electorado más nacionalista y aprovecharse del creciente sentimiento antirefugiado, que hoy comparte más del 80% de los turcos. Sin embargo, las elecciones dieron como ganador nuevamente a Recep Tayyip Erdoğan. En ese momento, líderes europeos, como el húngaro Viktor Orban, parecieron suspirar aliviados: las promesas de la oposición turca no se cumplirían. 

Turquía alberga a 3,6 millones de refugiados, los cuales están en situación de “protección temporal”, lo que implica que tienen permiso para estar en el país y trabajar en la ciudad donde solicitaron la protección. No obstante, desde 2019, a esa condición se le ha añadido una restricción de movilidad, la cual implica que tengan que residir en la provincia designada por obligación legal. Así, con la prolongación de la guerra, que supera la década, la protección temporal se ha convertido en una situación de vulnerabilidad. Por un lado, aunque alrededor de 223.000 sirios han conseguido la nacionalidad turca, la situación de protección les impide acceder a la ciudadanía salvo excepciones. Por el otro, viven con el miedo a que el permiso temporal les sea denegado en cualquier momento y tengan que volver a Siria. Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional han denunciado la deportación de sirios detenidos en ciudades de Turquía diferentes a aquellas en las que recibieron el permiso de protección. Con el sentimiento antirefugiados en alza en el país y la búsqueda del rédito político de la situación por parte de los diferentes partidos, la presión sobre la comunidad ha aumentado, en un contexto de incremento de la violencia contra la comunidad siria

Con la cuenta atrás para las elecciones locales de marzo de 2024, el presidente turco ha decidido a hacerse con los bastiones de la oposición, Estambul y Ankara, y sabe que el discurso antirefugiados es la llave para reconquistar las dos grandes ciudades. 

El discurso contra los refugiados y a favor de las expulsiones

Después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Kılıçdaroğlu previó que “diez millones de refugiados más llegarán a Turquía”, y firmó un protocolo con el líder xenófobo Ümit Özdağ, del Partido de la Victoria, apoyando la deportación de todos los refugiados en el primer año de presidencia. Cuando los periodistas preguntaron ...