E_residuos_India
Un hombre arrastra un saco con residuos electrónicos en India. DibyangshuI Sarkar/AFP/Getty Images

La desigualdad de renta disponible crea desequilibrios entre países en desarrollo e industrializados a la hora de procesar, tratar y reciclar los residuos eléctricos y electrónicos. Esto fomenta el comercio global de este tipo de desechos, que encierran importantes riesgos para la salud.

A medida que el progreso tecnológico avanza, ofreciéndonos más oportunidades y dispositivos para hacer más sencillo nuestro día a día, también se generan más desechos eléctricos y electrónicos, conocidos como e-residuos, debido a esos otros dispositivos y tecnologías que dejamos de usar o quedan obsoletos. Según el informe The Global E-Waste Monitor 2017 de la United Nations University (UNU), la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA, por sus siglas en inglés) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), en 2016 se generaron 44,7 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos. El documento destaca que casi 17 millones de toneladas provenían de pequeños electrodomésticos (desde aspiradoras o tostadoras a videocámaras), mientras que casi 10 toneladas se corresponden a electrodomésticos de mayor tamaño como lavadoras, hornos y hasta paneles solares. En cuanto a dispositivos informáticos como teléfonos móviles, impresoras u ordenadores portátiles, el informe recoge que se produjeron cuatro millones de toneladas. Además, el estudio proyecta que la generación de e-residuos continuará creciendo en los próximos años, rozando los 50 millones en 2018 y superándolos con creces en 2021.

¿De dónde vienen estos desechos? En 2016, China superó a Estados Unidos como primer productor de desechos eléctricos yPaíses importadores y exportadores de residuos electrónicos electrónicos, con 7,21 millones de toneladas frente a los 6,3 millones del gigante americano. Sin embargo, la producción per cápita de e-residuos permite dibujar una correlación aún más fuerte entre poder adquisitivo y generación de este tipo de basura. Noruega es el país con una mayor producción per cápita, con 28,5 kilogramos por habitante en 2017; mientras que Níger produjo sólo 0,4 toneladas por persona en el mismo año. Por tanto, los Estados en los que sus ciudadanos tienen más renta disponible suelen ser aquéllos que más desechos de esta clase generan ¿Qué implicaciones tiene esta desigualdad de producción?

Los residuos eléctricos y electrónicos pueden suponer un grave peligro para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto puede darse tanto por contacto directo con los e-residuos en particular, debido a que tienen componentes tan tóxicos como el cadmio, el plomo, o el cromo, entre otros compuestos químicos. Los niños son especialmente vulnerables a estos riesgos, puesto que la proporción de partículas respecto a su masa corporal es mucho mayor y por tanto sus efectos en el organismo son más graves. Además, estos desechos también pueden emitir gases tóxicos que podrían acabar en nuestro sistema respiratorio, así como en el suelo, el agua o los alimentos que luego entran en el organismo de los seres vivos.

Por ello, los países que producen más residuos eléctricos y electrónicos han desarrollado legislación para lidiar con ellos e ...