Volker Wissing (FDP), ministro federal de Transporte y Asuntos Digitales, tras una conferencia de ministros federales y estatales responsables de la digitalización en junio de 2023, Baviera, Múnich, Alemania. (Sven Hoppe/dpa/Getty Images)

Un análisis histórico de las consecuencias de las transformaciones tecnológicas y una advertencia sobre los desafíos que vienen.

Power and Progress: Our Thousand-Year Struggle over Technology and Prosperity

Daron Acemoglu y Simon Johnson

Basic Books, 2023

En 2012, en Por qué fracasan los países, el economista Daron Acemoglu y el politólogo James A. Robinson crearon una nueva teoría para explicar las desigualdades internacionales: por qué algunos Estados “fracasan”, de modo que son pobres e inestables y tienen un bajo nivel de vida, mientras que otros triunfan, es decir, son ricos y estables y tienen un nivel de vida alto. Los autores afirmaban que las naciones que triunfan tienen unas instituciones políticas y económicas “abiertas”, o sea, libres, justas y accesibles para la sociedad en general. En cambio, los países que fracasan tienen unas instituciones políticas y económicas excluyentes o que explotan a los ciudadanos corrientes en beneficio de un puñado de élites poderosas.

El libro fue, sin duda, uno de los análisis económicos más influyentes de las últimas décadas; y es posible que Daron Acemoglu, con su coautor Simon Johnson, esté a punto de repetir este éxito con Power and Progress, Our Thousand-Year Old Struggle over Technology and Progress (Poder y progreso, nuestros mil años de lucha por la tecnología y el progreso), que propone un plan para afrontar los retos que nos aguardan: la tecnología solo contribuye a distribuir la prosperidad cuando está bajo el control de los derechos, valores y principios democráticos y de las leyes que los respaldan en nuestra vida cotidiana. La tecnología de la Inteligencia Artificial (IA) avanza cada vez más deprisa y nuestros señores políticos parecen conformarse con dejar su desarrollo en manos de multimillonarios como Elon Musk. En opinión del autor, hay demasiados economistas que se muestran tontamente entusiasmados con los cambios técnicos y se olvidan del enorme poder que estas transformaciones otorgan a los dueños de esas gigantescas empresas. Las conclusiones de este libro maravillosamente escrito son sorprendentes e inquietantes.

Jeff Bezos, fundador de Amazon y propietario de The Washington Post, participa en una conversación con Martin Baron, editor ejecutivo de ese periódico, durante un evento sobre inteligencia artificial. (Alex Wong/Getty Images)

Lo que nadie pone en duda es que la tecnología está “trastornando nuestro mundo: automatiza puestos de trabajo, agrava las desigualdades y crea herramientas de vigilancia y desinformación que ponen en peligro la democracia”. Pero la dirección de la tecnología no es como el viento o las olas, una fuerza de la naturaleza al margen del control humano. La gente puede organizarse y tener capacidad de acción, pero ¿lo hará? ¿Va a demostrar que le importa el rostro de la democracia en la era digital? Este libro presenta un sobrio análisis histórico de las consecuencias de los cambios tecnológicos y una advertencia sobre el idilio que parecen mantener los ...