KOBANI, AFRIN, SIRIA - 2018/03/21: Un niño visto de pie en una colina en kobani y levantando una bandera kurda hacia la bandera turca en el otro lado. (Fotografía de Afshin Ismaeli/SOPA Images/LightRocket vía Getty Images)

La lucha de las mujeres y los pueblos del norte y este de Siria por construir un sistema político autónomo y confederal más allá del Estado enfrenta los violentos ataques de Turquía, quien durante los últimos seis años ha ocupado territorios de la región, intervenido militarmente y asesinado a población civil, políticas, activistas y miembros de las autodefensas kurdas que han combatido al autodenominado Estado Islámico.

Recientemente, el Ejército turco dirigió ataques aéreos en contra de Rojava, región del Kurdistán en Siria y de diversas ciudades del norte y este del país. Estas acciones se han cobrado la vida de más de una veintena de civiles y se han dirigido tanto a objetivos militares como a infraestructuras de servicios: escuelas, hospitales, centrales eléctricas, yacimientos de gas y petróleo, gasolineras y silos de grano. Entre los lugares atacados se encuentra la emblemática ciudad de Kobane, epicentro de la lucha por la autonomía de la región y cuna de la resistencia contra el autoproclamado Estado Islámico; en esta ciudad los ataques turcos han destruido escuelas, centrales eléctricas y el hospital destinado a la atención de casos de la COVID-19.

Esta ofensiva se suma a la prolongada campaña de intervención militar que el Gobierno turco ha desarrollado en la zona desde 2016 con los ataques en Jarablus, al-Bab y Azaz; seguidos de la ocupación del cantón de Afrin en 2018; de Serêkaniyê y GirêSpî en 2019; hasta los ataques sistemáticos con drones en 2020 y 2021. Ofensivas militares con las que el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, busca crear una zona de control a lo largo de la frontera turco-siria que le permita desmovilizar a las Unidades de Defensa del Pueblo (YPG), autodefensas que considera aliadas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), movimiento político insurgente que lucha por la autodeterminación del pueblo kurdo desde los 70 y es calificado de “terrorista” por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, situación que ha recrudecido la criminalización del movimiento de liberación de Kurdistán dentro y fuera de las fronteras turcas.

En este contexto, los ataques sistemáticos de Turquía a Rojava y a diversas ciudades del norte y este de Siria demuestran que las luchas políticas de los pueblos por su autodeterminación y la organización autónoma de las mujeres de la región son también objeto de criminalización.

AFRIN, SIRIA - 21 DE MARZO: Encuentro de una familia siria con soldados turcos mientras que estos patrullan en las calles. A su vez, continúan las operaciones de búsqueda en el centro de la ciudad de Afrin después de que las Fuerzas Armadas turcas y el Ejército Sirio Libre (FSA) tomaran el control completo del noroeste de Siria de Afrin, dentro de la "Operación Rama de Olivo", el 21 de marzo de 2018.

En entrevista con la copresidenta del Partido ...