Una mujer turca comprando en una tienda en Berlín. (Volker Hartmann/AFP/Getty Images)
Una mujer turca comprando en una tienda en Berlín. (Volker Hartmann/AFP/Getty Images)

La proliferación de los diferentes escenarios económicos desarrollados este siglo es fuente de inspiración de muchas películas. Abusos en las bolsas, integración en el mercado laboral, habilidades para liderar un proyecto y la gran crisis internacional están presentes en la historia del séptimo arte. Aquí van las ocho cintas que tratan de explicar el mundo actual en términos económicos.

Movimientos migratorios

Este escenario económico y social ha atraído a numerosos directores. Siempre bajo un profundo respeto hacia sus personajes han contado las diferentes historias de estas personas. A través de un viaje, que no siempre tiene un final feliz, plantea al espectador las muchas dificultades que tienen que afrontar, ahondando en el origen de estos movimientos.

Desde que John Ford rodase The Grapes of Wrath (1940), las películas que han tocado esta temática han sido innumerables, con diferentes perspectivas en su tratamiento. Uno de ellos es Almanya, Willkommen in Deutschland (2014). Relata en clave de comedia dramática, a través de las vicisitudes de una familia turca, el periplo de miles de compatriotas que decidieron ir a Alemania a trabajar, y la realidad social que se encuentran más tarde. Ofrece una visión que está vinculada a los conflictos que van emergiendo: choques culturales, rechazos sociales y las dificultades para establecerse.

Se trata de una historia, que aunque ambientada en Alemania, se puede desarrollar en otro país. Nada de lo que se cuenta es ajeno a las sociedades industrializadas que viven este proceso migratorio, acentuado en los últimos años por el flujo de personas que buscan un nuevo destino, como consecuencia de los conflictos bélicos, injusticias sociales y problemas económicos.

Empleo

El vínculo entre empresas y trabajadores casi siempre ha sido terreno abonado para reflejarlo en la gran pantalla, con alegatos mayoritariamente a favor de los segundos. Pero el cambio en los modelos laborales en los últimos años ha permitido que aparezcan nuevas temáticas en los guiones cinematográficos. El incremento del paro, la recolocación laboral o la adaptación a las nuevas tecnologías son centro de debate en buena parte de los estrenos.

The Internship (2013). Aparentemente intrascendente y en clave de comedia, refleja una realidad por la que atraviesan buen número de trabajadores. El proceso de adaptación a las nuevas tecnologías tras ser despedidos de sus empresas. Los dos personajes, comerciales y entrados en años, no tendrán más remedio que reciclarse y labrarse su futuro en empresas punto.com. Partiendo de cero, incluso como concesión humorística firman un contrato en prácticas como becarios. La competencia de nuevas generaciones, más familiarizadas con estas herramientas, será un obstáculo para cumplir sus objetivos.

A pesar de una puesta en escena planificada para hacer reír al espectador, tiene un mensaje muy directo a las personas que están en esta situación: la importancia de la formación para encontrar un empleo, especialmente basada en conocimientos tecnológicos, redes sociales, etc. Incide en el problema que representa para muchos trabajadores, los de mayor edad, que nunca han estado en contacto con estos soportes laborales.

(Greg Wood/AFP/Getty Images)
(Greg Wood/AFP/Getty Images)

Hermosa Juventud (2014). Continúa con el mismo argumento central, pero de forma más descarnada, y focalizándolo en los más jóvenes. A través de la historia de una pareja española, con pocos recursos y sin estudios, que intentan escapar de la inactividad laboral a cualquier precio, a costa incluso de ser protagonistas de una cinta porno. No en vano, en la historia hay una palabra que se repite una y otra vez: dinero. Sin esperanzas en el futuro, ¿es moral la postura que toman para sobrevivir en un entorno de precariedad en el empleo? Y precisamente este singular escape a la crisis económica es la diferencia con Los lunes al Sol (2002), que ya planteaba los efectos devastadores del desempleo, aunque con un tono más realista.

The Company Men (2010). Con mensaje esperanzador, en función de la predisposición de cada persona para buscar una solución ante su situación laboral. Su argumento se centra en la reducción de plantilla que tiene que acometer una empresa, como consecuencia de la crisis económica. Pero lo relevante de su planteamiento es que los afectados no son los trabajadores, sino altos ejecutivos con un alto nivel de vida.

Aunque con muchas variantes, el desempleo es un tema muy recurrido en los últimos años. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, se estima que en 2019 habrá en torno a 212 millones de personas desempleadas. Siguiendo estos datos y si se cumplen estos vaticinios, habrá un incremento en los próximos cuatros años del 5,5%.

Conflictos laborales

Como consecuencia de la crisis económica, los conflictos con la empresa y hasta con los propios compañeros, también están presentes en la historia del séptimo arte. Su finalidad es mostrar – a veces de forma despiadada – la individualidad de los trabajadores por encima del colectivo, para tratar de mantener sus empleos, aún a costa de perjudicar a otros. Con la precariedad laboral como telón de fondo de estas historias.

Deux jours, une nuit (2014). Este film belga aborda este planteamiento desde una perspectiva solidaria. Donde la unión entre trabajadores puede ser el recurso empleado para solucionar sus problemas laborales dentro de la empresa. No en vano, su hilo conductor pasa por la decisión de la protagonista para tratar de convencer a sus compañeros de trabajo de que renuncien a una prima económica para tratar de salvar su puesto de trabajo. Servirá para que el espectador contemple desde su butaca, que no todo es oro lo que reluce en el tejido social europeo. Competitividad mal entendida y pobreza laboral serán algunas de sus manifestaciones.

Crisis económica

Las recesiones económicas son cíclicas, y el siglo XXI ya ha deparado la primera (2008), y de gran envergadura, que ha afectado a las principales economías industrializadas. Los efectos los han podido constatar todos los agentes sociales: gobiernos, empresarios y trabajadores. También ha habido otras, focalizadas en áreas geográficas más reducidas, que han pasado desapercibidas. Un filón para los productores cinematográficos, que no han dejado escapar la ocasión para llenar las pantallas de cintas, incluso documentales, que reflejan casi didácticamente estos procesos.

Too big to fail  (2011). Dentro de las muchas obras cinematográficas que se han realizado sobre la crisis económica de 2008, esta película destaca por la perfecta escenificación sobre ocurrido. Relata como estalló, las reacciones en los centros de poder (político y financiero) y sus repercusiones. Centrándose en el rol que jugó el secretario del Tesoro de Estado Unidos, Henry Paulson, pero también otros cargos de gran responsabilidad: Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, Richard Fuld, máximo ejecutivo de Lehman Brothers, y hasta el actual responsable económico del equipo de Obama, Timothy Geithner.

Liderazgo empresarial

Steve Jobs durante una conferencia en California en 2005. (Justin Sullivan/Getty Images)
Steve Jobs durante una conferencia en California en 2005. (Justin Sullivan/Getty Images)

Steve Jobs (2015). Una película biográfica del fundador de Apple, a través de un proceso que va desde su etapa de programador hasta que construyó una de las empresas punteras en el sector tecnológico. Reflejando sus adversidades, su empuje para llevar adelante una idea y la evolución hasta desembocar en lo que hoy es esta empresa.

El modelo de gestión de Jobs (“mi trabajo no es hacérselo fácil a la gente, es hacerlos mejores”) se ha extendido por los cinco continentes. Solamente en Europa ha generado 671.500 puestos de trabajo, directos o indirectos, según fuentes de la propia compañía. Su fortaleza se refleja, una vez fallecido, en la cuenta de resultados que presenta en 2015, con unos ingresos superiores a 58.000 millones de dólares y un beneficio neto de 13.000 millones. Y que unido a otros emprendedores de este siglo: Jeff Bezos (Amazon), Bill Gates (Microsoft) o Jack Ma (Alibaba) han globalizado la economía a través de sus productos, empleos y diseño empresarial.