Silicon Valley ya no es un lugar sino una red global de núcleos tecnológicos dispersos en todo el planeta, desde Australia hasta China pasando por Múnich y San Francisco, que aspira a redefinir el presente para conquistar el futuro. Destacamos siete grandes ejemplos novedosos. 

Ha llovido mucho desde que los inversores y la población de todo el mundo empezasen a girar sus cabezas, con un puntito de indignación, para preguntar a los políticos por qué tal o cual país o ciudad no tenían su propio polo innovador de rango global.

Se auscultaban e inspeccionaban al milímetro la cultura, el dinero, el talento, la historia y hasta el papel del Pentágono y la Guerra Fría. Los propios bostonianos, con Harvard o el MIT en su vecindario, no entendían por qué Stanford se había convertido en un alucinante motor para Google y Facebook y sus grandes universidades no. Pero por favor, parecían decirse, ¡si hasta Seattle tiene a Amazon y Microsoft!

Eso hoy ha cambiado en gran medida. Silicon Valley, como decíamos al principio, ya no es exactamente un lugar, sino una red donde se dan cita grandes multinacionales que temen su propia disrupción, los pequeños emprendedores que pueden provocarla y fondos de capital riesgo, inversores personales y mentores y bancos de inversión con amplias conexiones en las capitales financieras mundiales. Comparten una filosofía parecida y miran a California con devoción hasta el punto de que copian algunas de sus ideas, pero nadie niega ya que las raíces culturales, el acceso a financiación y las regulaciones locales sobre los negocios definen, igualmente, su identidad.

Éstos son siete de los protagonistas más novedosos de esa red de disrupción planetaria.

Hyderabad (India)

Silicon_valley_Hyderabad
Entrada al HITECH City donde se concentra el sector de la industria tecnológica en Hyderabad, India. Noah Seelam/AFP/Getty Images

Al mítico Bangalore le ha salido un poderosísimo y emergente rival en Hyderabad, una boyante urbe a 570 kilómetros al norte. Es cierto que esta ciudad lleva dando guerra unos años, pero muy rara vez se había contemplado la posibilidad de que alcanzase el liderazgo tecnológico en India. Eso ha ido cambiando con la implantación en su suelo de nombres ilustres como Google, Facebook, Microsoft y Uber. Es posible que el número de startups que alberga Hyderabad sea ya superior al de Bangalore (casi uno de cada 10 negocios de este tipo se funda en Hyderabad) y todo parece indicar que le disputa la carrera por atraer a las empresas más prometedoras de nuevas tecnologías financieras (fintech). Uno de los objetivos de las autoridades es convertir la ciudad en un enorme hub para experimentar con nuevos sistemas de pagos y blockchain. Acaban de sellar un acuerdo con Visa y Thomson Reuters.

Algunos de los incentivos que están recibiendo las empresas de alta tecnología, más allá del frecuente tratamiento privilegiado para las multinacionales del sector, tienen que ver con subsidios al consumo energético o la supresión del coste administrativo requerido para domiciliar la empresa inscribiéndola en el registro oficial. Todo ello ...