La guerra contra la corrupción, un problema endémico en el país, empieza a dar sus frutos no solo en forma de detenciones a todos los niveles, sino también sembrando la semilla del cambio en la mentalidad de los ciudadanos rumanos.
Una joven rumana sostiene una pancarta que dice “Abajo con la corrupción” durante una protesta en Bucarest. Daniel Mihailescu/AFP/Getty Images
“El primer signo de la corrupción en una sociedad que todavía está viva es ‘el fin justifica los medios’”, decía el dramaturgo francés Georges Bernanos. En Rumanía, los medios hace tiempo que ya no se justifican, y el fin es un objetivo totalmente naturalizado e interiorizado. A pesar de que la campaña mediática rumana pone más énfasis en los políticos, la corrupción seduce a jueces, empresarios, y hasta príncipes, por igual. El arresto domiciliario a principios de diciembre del príncipe Pablo Felipe de Hohenzollern de Rumanía, acusado de tráfico de influencias, blanqueo de dinero y complicidad en abuso de autoridad tras obtener tierras mediante la intervención de un influyente empresario, pone de relieve este problema endémico al que se enfrenta el país. Este caso es el último de una larga serie de detenciones que se han llevado a cabo desde 2014, au...
ebook
2020
en 11 artículos
Libro
Recuerdos y presencias
Alberto Oliart
Libro
El hambre del vecino
Benny Dembitzer
Libro
Lo que creo saber
Diego Hidalgo
ebook
África
se mueve
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.