
Seis meses después de la toma de posesión de Joe Biden, muchas cosas han cambiado en la política migratoria estadounidense ¿o no tantas? ¿En qué se traduce el “no vengan” que Kamala Harris dirigió a todos los centroamericanos cuya única oportunidad es migrar al norte para huir de la pobreza o la violencia? ¿Ha cambiado realmente el paradigma fronterizo y migratorio o es un continuismo suavizado por una narrativa nueva? Depende….
La cifra de detecciones (que incluye detenciones y rechazos) en la frontera sur de EE UU en los primeros meses de 2021 fue la mayor de los últimos 20 años. Además de los factores permanentes como la inestabilidad política, la pobreza o la violencia crónica, en 2020 se añadieron las catástrofes medioambientales en la región o la COVID-19 y sus estragos en la economía, las remesas y el tejido social. En mayo de 2021, fueron detenidos 180.034 inmigrantes en la frontera sur según datos de la oficina de aduanas y protección de fronteras (CBP) la mayoría adultos varones y muchos de ellos con varios intentos de cruce previos. Un 62% fueron inmediatamente deportados a México.
"Las relaciones de EE UU con los vecinos de México y el Triángulo Norte han mejorado"
No con todos. En lo que respecta a México, sorprendentemente, las relaciones entre Trump y López-Obrador (AMLO) no sólo no fueron conflictivas sino cordiales. AMLO aceptó encantado el papel de gendarme fronterizo de EE UU. Les unía su populismo personalista, el desprecio hacia los medios de comunicación críticos o el escepticismo hacia las medidas contra la COVID-19, incluidas las mascarillas. Biden recibió al ganar las elecciones una fría y tardía felicitación por parte de su homólogo mexicano. Desde entonces han imperado las señales hostiles hacia la nueva administración incluida la ausencia de condena al episodio violento de agitadores trumpistas en el Capitolio el 6 de enero de 2021. AMLO, en su populismo nacionalista vuelve a designar a EE UU como el enemigo útil que agitar para distraer la atención de asuntos internos.
La política de tolerancia cero de Donald Trump (2018) militarizó la frontera, permitió el enjuiciamiento penal por el cruce irregular de la frontera, separó a miles de menores de sus padres y condicionó las ayudas a la región por no controlar la migración. Descuidó y menospreció sus relaciones con el Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras). Su estrategia para Centroamérica (USSCA) sólo protegía los intereses de seguridad nacional y la contención migratoria. No creía en el valor de la ayuda exterior como una herramienta política eficaz y la redujo hasta el 75% en la región.
Desde que Biden llegó a la presidencia no sólo ha revertido varias de estas medidas (rescindió la política de tolerancia cero, reactivó los acuerdos de asilo con los 3 países, así como ...
Artículo
para suscriptores
Para disfrutar de todos nuestros contenidos suscríbete hoy:
Plan mensual
3,70€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF
Plan anual
37€/mes
- Asiste a eventos en exclusiva
- Recibe la Newsletter mensual ‘Cambio de foco’ con contenidos de actualidad
- Participa activamente en la elección de los contenidos de esglobal
- Accede a todos los contenidos semanales
- Accede al archivo de artículos desde 2007
- Descarga todos los artículos en PDF