Refugiados en su camino de Serbia a Hungría (Aris Messinis/AFP/Getty Images)
Refugiados en su camino de Serbia a Hungría (Aris Messinis/AFP/Getty Images)

Con la crisis migratoria como sombrío trasfondo, el caos y la desorientación, Zita Gurmai, miembro del Partido Socialista Húngaro desde los 90 y actual presidenta de la Internacional de Mujeres del Partido Socialista Europeo (PES), marca en estos días una línea roja frente al gran número de refugiados que intentan alcanzar Europa y que ha puesto a Hungría en el epicentro de la agenda mediática. “Esta no es sólo una crisis por la emigración, es una crisis política”, explicaba Gurmai, y pone en relieve una pregunta fundamental: ¿Qué Europa queremos ser?

“En Europa, hay un bloque, representado en términos generales por el Partido Popular Europeo, que insiste en que la prioridad es la seguridad. Y otro, nosotros, el Partido Socialista Europeo, que cree la solución está entorno a la palabra solidaridad”, afirmaba Gurmai. La presión migratoria que soporta Europa por los refugiados provenientes de Siria es inferior a la de otros países. Y, no obstante, el Viejo Continente está entre los que más chillan ante el drama de los miles de personas que están llegando a su territorio, dejando así que intereses políticos nacionales ahoguen la posibilidad de una Europa solidaria, que sepa solucionar unida sus problemas.

esglobal: ¿Por qué Hungría está dificultando el paso de los refugiados hasta Alemania?
Zita Gurmai: Oficialmente, el Gobierno se está escudando en un supuesto respeto de la legislación europea. Y esto es muy paradójico considerando que hasta hace poco este mismo Ejecutivo (liderado por Víktor Orban, el conservador primer ministro del país) consideraba que el reglamento de Dublín III (según el cual el primer Estado europeo cuya frontera cruza de manera irregular un solicitante de asilo es el encargado de examinar su petición) no era lo suficientemente importante como para ser respetado. Por este motivo, yo creo que la verdadera razón es otra. Creo que el partido en el poder ha perdido un millón de votos que han sido capturados por un partido de extrema derecha, Jobbik. De ahí que ahora hayan optado por mostrarse inflexibles (con los inmigrantes y refugiados que llegan al país), en el intento de recuperar esa parte de su electorado.

esglobal: ¿Qué pasará si centenares de inmigrantes y refugiados permanecen atrapados en Hungría?
ZG: Las infraestructuras están lejos de ser mínimamente adecuadas. En las afueras de los centros urbanos, hay campamentos para refugiados y otras estructuras, la mayoría pagados con dinero de la Unión Europea, pero ya están llenos. Este es uno de los motivos por el cual muchos inmigrantes y refugiados ya están viviendo en las calles. Si esta crisis continúa, el problema será cuando llegue el invierno y sea imposible para estas personas seguir viviendo en los parques o en los túneles subterráneos.

esglobal: Una agencia de la ONU recientemente expresó su preocupación por una creciente tendencia en Hungría a denigrar a estas personas. ¿Qué hay detrás de esto?
ZG: El actual Gobierno húngaro ha gastado un millón de euros en una campaña en contra de los inmigrantes. Fidesz (Unión Cívica Húngara, el partido ultraconservador que gobierna el país desde 2010 y del cual Orban es uno de los fundadores) ha dicho en muchas ocasiones que quiere encontrar una solución, pero luego ha rechazado todas las propuestas que se han hecho, argumentando que aceptar las cuotas de inmigrantes (que propone la Unión Europea) equivaldría a perder soberanía. Lo cierto es que no tienen una estrategia real, ni voluntad para cooperar; sólo actúan con agresividad y hacen promesas vacías.

esglobal: Pero, ¿hay posibilidades de que la situación se desbloquee? Hungría forma parte de ese bloque de países, en el que también están España y los países bálticos, que se han mostrado muy fríos ante esta crisis.
ZG: Sí. Sin embargo, el Gobierno húngaro también estaba en contra de las sanciones contra Rusia (por la crisis en Ucrania) pero luego las apoyó.

esglobal: ¿Cuál es el mayor fracaso de la UE en esta crisis?
ZG: Según el reglamento de Dublín III, los refugiados deben ser expatriados al país europeo que primero pisaron cuando entraron en la Unión. El problema es que se ha intentado obviar que la mayoría de ellos quieren vivir en los Estados más ricos. Han sido estas vacilaciones europeas sobre el fenómeno migratorio las que han creado las tensiones sociales que se están viviendo en la actualidad.

esglobal: ¿Este es el comienzo del fin de Schengen?
ZG: No será la Unión Europea que lo proponga, pero es posible que algunos países lo soliciten. No obstante, aunque dudo que se llegue a la cancelación del acuerdo (de libre circulación de europeos dentro del territorio comunitario) de manera definitiva y sistemática, pues sus beneficios son muchos, lo que sí podría ocurrir es que se aumente el número y la frecuencia de controles aleatorios en las fronteras.

esglobal: ¿Se podría solucionar antes esta crisis?
ZG: Sin dudas. La guerra de Siria o las acciones de los talibanes en Afganistán no empezaron ayer. Por eso, los gobiernos europeos deberían haber presagiado esta situación, preparándose de antemano. Como ha dicho Nils Muižnieks, el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, esta no es una crisis migratoria es una crisis política. La presión migratoria por los refugiados de Siria e Irak sobre Líbano, Jordania y Turquía es mucho mayor y, no obstante, Europa es la que está levantando más la voz. A pesar de que nosotros tenemos recursos para la acogida de estas personas, no hay voluntad de hacerlo.

esglobal: Algunos políticos europeos, incluidos húngaros, han azuzado el miedo de que algunos de estos refugiados e inmigrantes estén vinculados a redes criminales o terroristas. Es decir, que el rechazo hacia ellos se debe a una cuestión vinculada a la seguridad de los europeos.
ZG: Este año han llegado a Europa cientos de miles de refugiados y no hubo ningún atentado terrorista provocado por ellos. Las estadísticas húngaras también muestran que muy pocos crímenes son llevados a cabo por inmigrantes o refugiados. En lo que va de año, se han cometido más crímenes durante el popular festival de música Sziget de Budapest, que dura una semana, que por parte de inmigrantes.

esglobal: Hungría ha anunciado también la construcción de otra valla anti-inmigrantes.
ZG: Todas las vallas son inútiles, pero el muro que Hungría ya ha construido en la frontera con Serbia lo es más. Como prueban varios vídeos, es posible pasar por ahí en menos de 30 segundos, mientras que sí provoca daños a muchos animales que viven en la zona. Por no hablar del horrible mensaje que trasmite en todo el mundo. Quizá con el otro muro que las autoridades húngaras están construyendo, los inmigrantes lo van a tener más difícil (pues, en teoría, será más alta y sólida), pero, aun así, ese tampoco solucionará el problema. Lo triste es que, claro, esto se está pagando con dinero de los contribuyentes húngaros. Y, a pesar de que el Gobierno mantiene oculto el monto exacto, según algunos analistas la nueva infraestructura costará alrededor de 100 millones de euros.

esglobal: ¿Qué opina de desplegar al Ejército en las fronteras para impedir que los inmigrantes entren?
ZG: Otra medida inútil.

esglobal: ¿Se ha llegado al punto límite o la situación puede empeorar todavía?
ZG: Sí, puede ir a peor. Más de 12 millones de sirios han abandonado su país y, por ahora, sólo el 2% se han dirigido a Europa. Y allí la guerra está lejos de acabar. Por eso, la Unión Europea no debería dejarse llevar por sus insignificantes y mezquinas peleas y empezar a actuar como una verdadera potencia mundial. Aquí, viven 500 millones de ciudadanos y por eso estas personas que están llegando son manejables. Además, llegará más gente, lo que hace necesario encontrar una solución rápida que evite traer peores consecuencias para el continente, afectando también a otros desafíos graves, empezando por el cambio climático.