Vista de un parque infantil frente a un edificio residencial con graves daños en la ciudad más afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania, que actualmente está bajo el control de las fuerzas rusas en Severodonetsk. (Vladimir Aleksandrov/Anadolu Agency/Getty Images)

El Kremlin acelera por la vía electoral el encaje territorial de las regiones ocupadas militarmente en el Este ucraniano utilizando modelos ya anteriormente ensayados en sus esferas de influencia postsoviéticas.

En medio de la contraofensiva militar ucraniana, Moscú llevó a los territorios militarmente ocupados en Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón los comicios regionales que se realizaron este 10 de septiembre en 80 regiones de la Federación Rusa, incluyendo la capital, Moscú. Por primera vez estas localidades del Este ucraniano oficialmente reconocidas por la Federación Rusa como regiones propias votaron en unas elecciones internas de ese país, incluso abriendo las urnas con antelación unos cinco días antes. 

Estos comicios confirman la agenda del Kremlin encaminada en asegurar el encaje legal de estos territorios dentro de la Federación Rusa al calor de la guerra en Ucrania. Debe recordarse que, hace exactamente un año, entre el 23 y el 27 de septiembre de 2022, en esas localidades también se realizaron referendos populares que finalmente aprobaron la inserción de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón dentro de la Federación Rusa. 

La celebración de estas elecciones define una variable geopolítica estratégica para Rusia. El Kremlin quiere asegurar sus ganancias territoriales en Ucrania por la vía electoral, un encaje político igualmente amparado por los visibles niveles de participación que, en el plano interno de esas regiones, legitimaron los resultados. 

El encaje territorial por la vía electoral 

En cuanto a los resultados, el partido oficialista Rusia Unida obtuvo la victoria de forma abrumadora en unos comicios igualmente significativos por la práctica ausencia de partidos opositores. Las autoridades rusas y regionales informaron sobre las "óptimas condiciones para la votación" a pesar de que esas regiones son aún frentes bélicos. 

Según datos de la Comisión Electoral de Rusia, reproducidos por la agencia oficial de noticias TASS, con una participación entre el 65% y el 76%, Rusia Unida alcanzó entre el 74,6% y el 83,1% de los votos en Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón. Con estos resultados igualmente se legitimaron las respectivas autoridades impulsadas por el Kremlin en esas regiones en calidad de gobernadores: Denis Pushilin en Donetsk; Leonid Pásechnik en Lugansk; Yevgueni Balitski en Zaporiyia; y Vladímir Saldo en Jersón.

Como era de esperar, el gobierno ucraniano de Volodymir Zelenski y gran parte de la comunidad internacional, en especial la Unión Europea, EE UU, la OSCE, el Consejo de Europa, Canadá, Reino Unido y Japón, entre otros, no han reconocido la legitimidad de lo que calificaron como "pseudoelecciones", advirtiendo al mismo tiempo que esas votaciones presuntamente se realizaron bajo la coacción militar rusa y con visos de fraude electoral.

Con todo era previsible que la mayoría de los habitantes en esas regiones de mayoría rusoparlante votarían masivamente a favor de Rusia Unida. Desde el inicio ...