
En un continente en el que siempre se menciona, pero nunca se alcanza la integración entre sus Estados miembros, un grupo de politólogos y exdiplomáticos latinoamericanos proponen el “No Alineamiento Activo”.
El pasado mes de enero, la General Laura Richardson, Comandante del Mando Sur de Estados Unidos, explicó que los gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia y Chile rechazaron una oferta de Estados Unidos, que consistía en lo siguiente: si donaban a Ucrania su antiguo equipamiento militar (en parte proveniente de Rusia y Alemania), Washington lo reemplazaría con armamento estadounidense más moderno.
Este rechazo, junto con la propuesta de paz para Ucrania que el Presidente brasileño, Lula da Silva, anunció recientemente, muestra cómo América Latina está buscando una posición no alineada. Su esfuerzo probablemente se convertirá en motivo de creciente frustración para los gobiernos de Estados Unidos y Europa. Pero ¿podrá América Latina y el Caribe negociar una equidistancia con EE UU y China que permita a los gobiernos construir una política exterior que sirva a sus intereses, en un creciente clima de “nueva Guerra Fría” que amenaza de nuevo con polarizar las alianzas globales?
El menguante interés de EE UU y el auge de China
América Latina y el Caribe estuvieron durante la mayor parte del siglo XX bajo la hegemonía estadounidense, incluso cuando la atención de ese país se desvió hacia otros lugares y se redujo en la región. Desde los 80, Washington enfocó su interés más hacia Oriente Medio y la región Asia-Pacífico, mientras que las inversiones y las relaciones políticas estadounidenses en las Américas se concentraron en México, Colombia y Brasil.
En este contexto de menguante interés estadounidense, desde 2000 China ha aumentado sus inversiones en bienes y, más recientemente, en otros sectores tales como la infraestructura en toda América Latina y el Caribe. Actualmente, el gigante asiático es el más o segundo más importante socio comercial de muchos países latinoamericanos, por delante de EE UU y la UE.
Estas reforzadas relaciones comerciales y de inversión ha acarreado más compromiso diplomático y de desarrollo. Veintiún países de la región forman parte de la iniciativa de la “Nueva Ruta de la Seda”, entre ellos Argentina, Ecuador, Venezuela, Chile, Uruguay, Bolivia, Costa Rica, Cuba y Perú.
El concepto del no alineamiento activo
La guerra de Ucrania, la geopolítica vinculada a la energía, los enfrentamientos tecnológicos por cuestiones como la producción de microprocesadores y el control de los mercados de la comunicación están llevando a Washington y a Pekín a intentar ganar aliados y alienar a su contrincante.
A diferencia de lo que ocurría durante la Guerra Fría, el sistema internacional ya no es bipolar, sino que se ha vuelto más multipolar desde la caída del Muro de Berlín. A día de hoy, las alianzas son flexibles ...
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