IMAGEN DESTACADA WEB

El conflicto en Ucrania también cuenta con frentes digitales.

Uno de los primeros indicios de que la invasión rusa de Ucrania había empezado se advirtió a través de Google Maps. Al menos así lo aseguraba un profesor de California, Jeffrey Lewis, experto en no proliferación en un instituto de estudios internacionales de Monterrey, que contó haber detectado un atasco de tráfico en la carretera de Belgorod, en Rusia, provocado por el movimiento de una columna militar hacia la frontera de Ucrania justo unas horas antes de que Vladímir Putin anunciase oficialmente el inicio de su “operación especial”. Ya con la invasión en marcha, The Washington Post pudo rastrear el movimiento de las tropas rusas durante las primeras semanas de guerra utilizando solo vídeos subidos a Tik Tok por usuarios que iban compartiendo imágenes de tanques y soldados de manera cada vez más viral, hasta el punto que The New Yorker bautizó la invasión de Ucrania como “la primera guerra de Tik Tok”.

Si los mapas siempre son esenciales en cualquier guerra, en este conflicto hay toda una batalla de imágenes y desinformación librándose en las redes sociales. Un número de actores online sin precedentes están tomando parte en esta confrontación asimétrica, desde voluntarios de Anonymous a rastreadores digitales, los equipos de ciberdefensa de la OTAN, o el recién creado equipo cibernético de respuesta rápida de la Unión Europea, dirigido desde Lituania. Las grandes plataformas tecnológicas -sin distinción de origen, desde Silicon Valley, a Rusia o China- se han convertido en instrumentos del conflicto: recogiendo y compartiendo datos con gobiernos, hackeando webs o controlando la información, apuntándose a los boicots internacionales, eliminando cuentas de redes sociales, o actuando como instrumentos de movilización y emocionalidad.

Pero, sobre todo, la de Ucrania es la primera guerra viralizada; retransmitida en tiempo real a partir de fragmentos de imágenes que, en pocos segundos, intentan reflejar amenazas, miedos, heroicidades y devastación. Tik Tok, la aplicación china con más de mil millones de usuarios, convertida en la red social de las coreografías virales familiares en plena pandemia, ha pasado a erigirse en fuente de información para centenares de miles de jóvenes, que siguen las imágenes de la guerra de Ucrania deslizando el dedo por sus teléfonos móviles. Avanzando indiscriminadamente entre la emocionalidad, las escenas bélicas y los memes, la realidad y la ficción se mezclan. Uno de los vídeos sobre Ucrania que más ha circulado por las redes, con más de siete millones de visualizaciones, donde se ven soldados fatigados despidiéndose de sus familias, resultó ser una escena de una película ucraniana de 2017.

Tik Tok se ha convertido en una fuente de galvanización de apoyo para los ucranianos, pero también en un terreno fértil para la proliferación de cuentas fraudulentas que distribuyen contenido falso con el objetivo de conseguir dinero rápido a través de vídeos que pedían donaciones para la causa ucraniana. Los creadores de contenido en esta red pueden recibir obsequios virtuales, como rosas y pandas digitales, durante las transmisiones en ...