Un manifestante sostiene un cartel contra los combustibles fósiles en protesta por el "fracaso" de la conferencia sobre cambio climático COP26. (Vuk Valcic/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)

La COP26 celebrada en Glasgow no ha supuesto un avance trascendental, pero no ha sido un fracaso total. He aquí algunas cuestiones a tener en cuenta y que pueden suponer un pequeño paso más en la lucha contra el cambio climático.

Como sucede siempre en estas cosas, se sobrepasó el plazo oficial y las últimas horas estuvieron llenas de tensión dramática. Aun así, la cumbre del clima de Glasgow terminó con un acuerdo que los políticos ahora están tratando de vendernos como éxito pero que los expertos, en general, consideran un fracaso con un mero atisbo de esperanza. Las conversaciones de Glasgow debían terminar el viernes, pero se prolongaron hasta última hora de la tarde del sábado, mientras los gobiernos discutían sobre las cláusulas de eliminación gradual del carbón, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la provisión de dinero a los países en desarrollo. Al final se aprobó el “Pacto de Glasgow sobre el clima”, pero solo después de una intervención de India en el último minuto para suavizar el lenguaje y cambiar la “eliminación” gradual del carbón por una mera “reducción”. Alok Sharma, el secretario de Estado británico que ha presidido las negociaciones durante las dos semanas que ha durado la COP26, reconoció la enorme tarea que queda por hacer: “Ahora podemos decir con credibilidad que hemos mantenido con vida el límite de 1,5 ºC. Pero tiene el pulso débil y solo sobrevivirá si cumplimos nuestras promesas y convertimos los compromisos en acciones inmediatas”.

El límite de 1,5 ºC es el aumento medio de la temperatura terrestre respecto al periodo preindustrial. Los científicos dicen que es el máximo aumento que nuestro clima puede soportar sin causar unos cambios meteorológicos catastróficos. A pesar de estas advertencias, resumidas en el informe más reciente del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, los compromisos sobre recorte de las emisiones nocivas que se han hecho en la COP26 se han quedado muy cortos. Todos los países han acordado volver a negociar el año que viene, en una conferencia que se celebrará en Egipto, y a reexaminar los planes nacionales con la intención de ser más ambiciosos sobre las reducciones.

En definitiva, Glasgow no ha supuesto el avance trascendental necesario para contrarrestar los peores efectos del cambio climático, pero tampoco ha sido un fracaso total. El Acuerdo de París de 2015 dice que el aumento de las temperaturas respecto a los niveles preindustriales debe quedar “muy por debajo” de 2 ºC y que los países tienen que “hacer esfuerzos” para limitar ese aumento a 1,5 ºC. Antes de la COP26, el mundo se encaminaba a un aumento de temperatura de 2,7 ºC, de acuerdo con los compromisos de los países y las expectativas sobre los cambios tecnológicos. Los anuncios hechos en Glasgow, entre los que hay nuevas promesas de varios países fundamentales, sobre la ...