Diamujeres
Manifestación por el Día Internacional de la Mujer en Australia. (WILLIAM WEST/AFP/Getty Images)

Poco se puede añadir a todo lo que se está contando estos días sobre la lucha de las mujeres por la igualdad. Cientos de estudios, informes, entrevistas, reflexiones y comentarios llenan estos días los medios y las conversaciones. Es estupendo que así sea, porque ante los discursos negacionistas, no hay como los datos y las interpretaciones cualificadas para mostrar una realidad que algunos pretenden ocultar.

En un día como hoy no hay que olvidar, sin embargo, a todas aquellas mujeres que no quieren, que no pueden, que no saben que pueden aspirar a ser iguales, y que son millones en todo el mundo. Aupadas en la arrogancia de quien conoce bien sus derechos y batalla por ellos, a menudo miramos con cierto maternalismo, sino con desdén, a aquellas que no están en esta liga. Mujeres musulmanas, hinduistas, cristianas; mujeres indígenas; mujeres en el entorno rural; mujeres que han tenido otra educación y no tienen ganas o capacidad de renunciar a ella. También el 8 de marzo es su fiesta. Un día para celebrar, por el simple hecho de ser mujer. Y que cada una, y uno, lo festeje como quiera.

Y es una jornada para reivindicar, por supuesto. Porque después de décadas de feminismo, está claro que queda mucho por hacer para llegar a la igualdad, aunque las leyes nos digan que estamos casi ahí. La buena noticia es que en estos últimos años se han aupado a la primera plana del debate cuestiones más profundas y que van mucho más allá de las cifras y las cuotas (que siguen siendo necesarias); que tienen que ver con ser capaces de identificar todos los rasgos de una cultura milenaria que ha colocado tradicionalmente a la mujer en un lugar secundario en la sociedad. Por eso hoy hablamos de visibilidad, de las consecuencias en todos los sentidos de la maternidad, pero también de la paternidad, de cómo acabar con los estereotipos, del acoso y de la violencia en toda su extensión, de las nuevas formas de control que facilitan las tecnologías, de la necesidad de abordar los cuidados como elemento clave de la sociedad y de la economía, de cómo recuperar mujeres para determinadas carreras profesionales que están condicionando el futuro…

Es cierto que junto ese cambio en la conversación, se asoman también ciertos nubarrones en el horizonte europeo y español. Seguro que la sociedad española sabrá demostrar que el lugar que ocupa a nivel mundial como referencia en avances de género está bien merecido y consolidado.

Es una fatalidad que una vez más la polarización del debate político en España, y más ahora cuando ya todo es campaña electoral, marque también la jornada de hoy. Incapaces de ponernos de acuerdo ni siquiera en los postulados más básicos del principio básico que es la igualdad.

En esglobal estamos convencidas de que el día de la mujer es todos los días; por eso analizar y dar visibilidad a sus diferencias, necesidades y logros es algo que hacemos a lo largo de todo el año. En este último, sin ir más lejos, hemos publicado más de 20 artículos sobre mujeres y más de 120 escritos por ellas; hemos participado en 10 actividades (debates, seminarios, charlas) sobre género; y nos hemos sumado a la iniciativa #DóndeEstánEllas encabezada por la oficina del Parlamento Europeo en España, para asegurar que hay representación femenina en cualquier actividad pública que se organice, un terreno, el de la visibilidad de las mujeres en el espacio público, en el que llevamos años dando la batalla.

Les deseamos a todas, y a todos, un estupendo Día Internacional de la Mujer.