El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un (izq.), y su hermana Kim Yo Jong asisten a la Cumbre Intercoreana en la Casa de la Paz el 27 de abril de 2018 en Panmunjom, Corea del Sur. (Korea Summit Press Pool/Getty Images)

Dos figuras femeninas de la familia de Kim Jong-un podrían ser las próximas líderes norcoreanas.

Durante las apariciones públicas internacionales del líder norcoreano Kim Jong-un, que datan apenas de 2018 -aunque ascendió al poder en 2011- con su primera visita a Pekín, a la que siguieron los encuentros con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Singapur y Vietnam, y la visita oficial del presidente surcoreano Moon Jae-in a Pyongyang, una esbelta figura femenina, en traje sastre oscuro llamó la atención. 

La misma ágil presencia fue enviada por Kim Jong-un a los Juegos Olímpicos de Invierno, en la vecina Corea del Sur, como símbolo de buena voluntad entre las Coreas, al participar bajo una misma bandera en el desfile inaugural de los atletas. En ese evento, ella evitó saludar al vicepresidente Mike Pence -o siquiera intercambiar una mirada y sonrisa de cortesía-, quien fue enviado por el presidente Trump en su representación; ello pese al entonces reciente acercamiento entre ambos países.

La persona en cuestión llamó de inmediato la atención por ser mujer -en medio de un mar de hombres enfundados en trajes negros y uniformes verde olivo- y por su ya característica sonrisa a medias: mitad enigma, mitad sarcasmo, moviéndose con agilidad y eficacia, un par de pasos detrás del líder norcoreano, a quien lo mismo le acercaba documentos que agua embotellada, o le murmuraba frases al oído durante las negociaciones. Esa mujer se llama Kim Yo-jong, y es la hermana menor del actual líder de Corea del Norte.

Yo-jong despertó gran curiosidad con cada una de sus apariciones públicas. Pronto propios y extraños comenzaron a investigar aspectos de su discreta vida: se supo, con relativa facilidad, que está casada y tiene dos hijos con Choe Song, hijo de un oficial de alto rango en la política norcoreana, cercano al actual líder por ser el presidente del órgano legislativo del país. Se supo pronto también que es la figura familiar más importante en la infancia de su hermano, pues estudiaron juntos en Suiza; y que tiene aproximadamente 33 años de edad. Pero siguen existiendo muchas más sombras que puntos claros sobre su verdadero poder e influencia en los asuntos del Estado y en las decisiones de su hermano. 

Con el paso de estos cinco años, se le ha identificado como una joven política de línea dura: ha dado incendiarios discursos dirigidos a Corea del Sur y a Estados Unidos, a quienes ha amenazado con la destrucción completa mediante las armas nucleares del régimen; la más reciente víctima de su agudo discurso fue el presidente Joe Biden, a quien llamó senil y le advirtió que se topará con el arsenal atómico de su país, si prosigue con su acercamiento a Corea del Sur. 

La ferocidad de sus palabras ha hecho pensar que ella y Kim Jong-un juegan a ser el policía bueno y la policía mala. Lo cierto es que la propia agencia de inteligencia de Corea del Sur la considera, de facto, la “número dos” del país. Por su parte, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos la colocó en la "lista negra" de personas bajo sanciones por "severos abusos a los derechos humanos".

Sabemos también que Kim Yo-jong ostenta un importante cargo público: es la subdirectora de la poderosa Oficina de Información y Propaganda del Partido de los Trabajadores Coreanos y miembro suplente del Politburó del mismo Partido. Asimismo, en 2021 fue promovida a la Comisión de Asuntos del Estado, la instancia de toma de decisiones de más alto nivel del país. 

En un país en el que las figuras políticas dominantes han sido exclusivamente masculinas, la presencia de Yo-jong es un elemento interesante. No es una mujer común: por sus venas corre la sangre de la dinastía Paetku y eso le reditúa en deferencias, incluso por parte de generales del Ejército y otros miembros del gobierno de sexo masculino. Interesante fue que acudió a los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur en representación de su hermano, encabezando la delegación, en la que el segundo fue Kim Yog-nam, el Jefe de Estado nominal de Corea del Norte y ex ministro de Exteriores desde 1983 a 1998. En público y frente a las cámaras, Jong-nam incluso hizo reverencias a Yo-jong durante la ceremonia en un par de ocasiones

Estos hechos han dado tela de donde cortar especulaciones, siendo la mayor de ellas si su hermano la está preparando para sucederle en el poder. Si bien no existen reglas que rijan esos asuntos en Corea del Norte -o las desconocemos por completo-, en las dos sucesiones que han ocurrido (1994 y 2011), la responsabilidad de gobernar ha recaído en dos hombres, Kim Jong-Il (padre) y Kim Jong-un (hijo) respectivamente, emparentados en línea directa con Kim Il-sung (abuelo).  

Ante la ausencia de un varón que, a la muerte o incapacidad del actual líder pudiera ocupar el máximo cargo del país, se comenzó a analizar, desde el exterior, que la sucesora podría ser la hermana: finalmente, por sus venas corre la línea de sangre del Monte Paetku, que se cree que sólo la poseen los pertenecientes al linaje de su abuelo, el fundador del país, Kim Il-sung. Se sabe que es la más cercana asesora y confidente de su hermano, con quien desde niños forjaron una fuerte relación lejos de casa y que su lealtad al hermano es absoluta. Recordemos que Kim Jong-un mandó eliminar a su hermano mayor en febrero de 2017, en el Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur; hay un tercer hermano varón, Kim Jong-chol, del que sólo se sabe que no vive en Corea del Norte ni tiene interés en la política de su país. Por otra parte, el actual líder tiene con su actual esposa tres hijos en total, de los cuales Ju-ae es la mayor y sus dos hermanos varones son muy jóvenes aún.

Nada está escrito…

La gente ve una pantalla de televisión que muestra un noticiero con una imagen del líder norcoreano Kim Jong-un (izq.) y su hija, Kim Ju-ae (der.), asistiendo a un desfile militar realizado en Pyongyang para conmemorar el 75.º aniversario de la fundación de sus fuerzas armadas, en la estación de tren de Yongsan en Seúl. (Kim Jae-Hwan/SOPA Images/LightRocket via Getty Images)

Sin embargo, súbitamente un nuevo elemento fue introducido en el escenario, por la mano del propio Kim Jong-un: su hija Kim Ju-ae, de 10 años de edad. La hija mayor del líder lo mismo le ha acompañado a lanzamientos de misiles -piedra angular del régimen- que a banquetes del Ejército norcoreano; a desfiles militares que a reuniones del Partido. 

Particularmente impactante ha sido la imagen de la pequeña niña posando al lado de un enorme misil balístico intercontinental Hwasong-17, en un sitio de lanzamiento de ese tipo de artefactos. Más recientemente, acompañó a su padre a supervisar los ejercicios de simulación de ataques nucleares en marzo pasado y al lanzamiento de prueba del Hwasong-17, también ese mes. En abril volvió a aparecer, sonriente, con su padre en unas pruebas de disparos de artillería. 

La Corporación de Sellos de Corea del Norte anunció recientemente que la "respetada hija" -como se le llama de forma oficial- tendrá su propio sello, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap. En cinco de los ocho diseños que se utilizarán, se muestra a Ju-ae en diversas actividades públicas, incluida una caminata de la mano del líder norcoreano frente a un misil en un lanzador móvil y tomándose una foto con las tropas del Ejército. 

El debut mundial de la hija supone una notable ruptura con la costumbre de la familia Kim en lo que respecta a sus apariciones públicas. En el caso de Kim Jong-un, en comparación, una foto oficial de él no se reveló sino hasta que tenía alrededor de 26 años en 2010, un año antes de la muerte de su padre, Kim Jong-il. En todo caso y más allá de especulaciones, lo cierto es que con estas actividades, Kim está imbuyendo en su hija su forma de ver el mundo y el lugar de Corea del Norte en él. En esta visión, la tecnología nuclear y la posibilidad de hacer uso de ella en defensa del régimen son los dos pilares sobre los que se sostiene el país. 

¿Un líder moderno?

Ante la ausencia de herederos varones adecuados para sucederle en el cargo, así como la imperiosa necesidad de garantizar una sucesión derivada del linaje de la sangre para garantizar la sumisión del pueblo norcoreano, el joven líder de esa nación podría estarse preparando para romper los moldes patriarcales. En abono a esta hipótesis, pueden hacerse algunos apuntes, como el hecho de que el propio mandatario es un millenial, que ha hecho uso de herramientas modernas para hacer avanzar las causas de su país, sin dejar de lado el arma más poderosa del régimen: su arsenal nuclear.

Recordemos cuando, en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, mandó a decenas de animadoras, con llamativas coreografías y cánticos, a quienes la prensa internacional optó por llamar “el ejército de bellezas”. Es bien conocida su afición al K-Pop y su impulso a las girl-bands de estos ritmos. Es amante del baloncesto de la NFL, de los vinos franceses y las hamburguesas. Y es que, no hay que perder de vista que sus años formativos, Kim Jong-un los vivió en Europa, siempre junto a su hermana Kim Yo-jong, quien es sólo un par de años menor que él. 

En ese sentido, creció en un mundo de mujeres: su hermana, su madre y su tía, pasaron más tiempo con él en sus primeros años que su propio padre, quien además lo eligió como tercera opción, luego de que Kim Jong-nam, a quien nos hemos referido anteriormente, fuera detenido al intentar ingresar a Japón con un pasaporte brasileño, con la intención de visitar Disney Tokyo; y de que un segundo hermano manifestara no tener interés en las cosas de Estado. 

Un elemento adicional juega a favor de las mujeres de la dinastía Kim. El actual líder sabe que no puede confiar ciegamente en el Ejército, órgano que siempre lo ha mirado por debajo del hombro por su falta de credenciales militares, su juventud y su mercurial forma de ser. La antipatía es recíproca: Kim Jong-un ha realizado sonadas ejecuciones de cuadros militares de alto nivel, por cargos que van desde corrupción, hasta bostezar durante sus discursos.

Por otro lado, son bien conocidos los problemas de salud del joven líder: ésta siempre ha estado bajo sospecha por su obesidad, fuerte tabaquismo y rumores de intervenciones cardiovasculares, lo cual ha derivado en que incluso se haya especulado su muerte, tras sus largas y cada vez más frecuentes desapariciones de la vida pública y política. Según la agencia Reuters, equipos de médicos chinos han viajado de urgencia a Pyongyang en varias ocasiones. 

En este sentido, y siendo un régimen cien por ciento basado en la sangre, la lealtad y lo nuclear, no es del todo improbable que después de él, pueda seguir una mujer, lo que involuntaria y casi irrisoriamente, pondría a Corea del Norte a la vanguardia mundial en un tema en el que, como en muchos otros, se ha caracterizado por su atraso y predominancia de lo masculino. 

Como dice el viejo adagio coreano: 

피는 속인다.
“La sangre lo dirá.”